Selene ALONSO

Los concejales Carlos Rubiera y Jorge Espina dieron ayer una calurosa bienvenida en la Casa Consistorial a varios jóvenes de procedencias tan diversas como Rusia, Palestina, Croacia, Macedonia, Polonia, Italia y Chipre. Estos jóvenes permanecerán hasta el viernes en la ciudad con motivo del encuentro «Strengthening the strings in sexual education» («Fortaleciendo las cadenas de la educación sexual»). Un proyecto que se enmarca en el programa, financiado por la Unión Europea, «La Juventud en Acción».

La cita gijonesa ha sido organizada por el Conseyu de Mocedá de Xixón, pero también participan otros colectivos como Mujeres Jóvenes, Xenga Xoven, Estudiantes Progresistas, A. J. Esnala o el Conseyu de Mocedá del Principáu d'Asturies (CMPA). Todos los asistentes pertenecen a algún tipo de asociación relacionada con la educación sexual y han venido al encuentro a poner en común todas sus experiencias para que unos países aprendan de otros. Además, el Conseyu de Mocedá de Xixón considera que la actividad será muy útil para crear iniciativas comunes y que éste podría ser sólo el primero de muchos más encuentros.

Este optimismo es compartido por Rania Skafi, trabajadora social de Palestina especializada en el maltrato infantil, que viene con un objetivo muy claro: «Quiero aprender cosas para poder llevármelas a mi país y a mi vida personal, para poder ayudar a los chicos de los campos de refugiados». Por eso, para ella lo más importante de estas jornadas es el tema de la salud dentro de la educación sexual. «Quiero poder enseñar a los niños cómo protegerse de las enfermedades de transmisión sexual y cómo disfrutar del sexo seguro».

También Kasia Dulak y Marta Kosinska tienen un buen presentimiento frente a esta experiencia. «Es nuestro primer día, pero el ambiente está muy bien. Además, esperamos aprender mucho de los demás países en estos días», comentan las dos jóvenes polacas. Ambas se mostraron tremendamente interesadas en las historias sobre Gijón contadas por los concejales, pero, sobre todo, se sorprendieron cuando Espina aseguró que el Ayuntamiento de Gijón hace ondear la bandera del arcoíris el día del «Orgullo Gay». «En nuestro país jamás pondrían la bandera gay en ningún Ayuntamiento. En Polonia los partidos de izquierdas son mucho más conservadores que aquí», aseguran.

Las dos se han quedado hipnotizadas con Gijón, «me quedaría aquí el resto de mi vida», afirmaba una de ellas. Aunque, en realidad, su ciudad de origen y Gijón son bastante parecidas, «son del mismo tamaño y muy similares en cuanto a la gente, pero aquí las personas tienen una mente mucho más abierta», explican.