Javier BLANCO

«Empecé hace cuatro años y no me canso. Me lo paso muy bien con mi personaje, que tiene dos versiones, una de ellas la inocente. Tiene mucha variedad interpretativa». Lo dice Edurne, aquella chica que comenzó a despertar en una de las ediciones de «Operación Triunfo» (OT) y que ahora, desde hace cuatro años, es Sandy, la protagonista de «Grease», el musical que hoy se estrena en el teatro Campoamor. Edurne atiende a LA NUEVA ESPAÑA justo cuando prepara su viaje hacia Oviedo: «"Grease" me encanta de toda la vida, vi la película muchas veces. La gente acaba cantando y bailando, muy implicada, disfrutando. Se parece mucho a la película, pero hemos recuperado muchas cosas del "Grease" de Broadway».

A Edurne le encanta reflejar el espíritu de Olivia Newton-John: «El papel de Sandy es algo muy personal, a mí me encanta ser la Sandy de Olivia. Es un personaje que aporta mucho. Y en la parte musical hay canciones melódicas, dulces, de todo tipo». En cuanto a su contribución, Edurne dice que lo hace con su «voz, su dulzura y la cara de niña buena...». Para la cantante, el musical (el género) supuso un reto: «Hay mucha diferencia; la base es la misma que la de cantante, pero sí es verdad que varía mucho el público de concierto respecto a un público de musical, de butaca. En un musical cuentas una historia que hay que transmitir. Ésa es la diferencia», apostilla esta cantante que se da «auténticas palizas» con dobles funciones diarias.

La Sandy española de «Grease» también alaba otra cualidad del musical: «Es el directo total. Nada hay grabado, ni pregrabado, es directo. Y es duro, sobre todo cantar y bailar. Interpretar yo lo veía imposible, pero te curte más, te hace más fuerte y me sirve precisamente para mis conciertos», apunta la protagonista, que matiza aún más sobre la exigencias de este género: «Las tres facetas, cantar, bailar, interpretar, las había tocado, pero cantar y bailar a la vez..., te pegas una paliza que, por cierto, viene muy bien para la "operación verano" (bromea). Me costó combinar ambas cosas y pasar de bailar a cantar balada, por ejemplo. En fin, es la dureza del ritmo de un musical», puntualiza.

Sobre la faceta interpretativa afirma estar «encantada. Había hecho mis pinitos. Le cogí el gustillo a esto de preparar la faceta de actriz». Habla del esfuerzo y, también, de los sacrificios para estar en condiciones todos los días: «Son dos horas y media de función. Hay que cuidarse; no coger frío. Cuando los demás se van a tomar algo yo me voy al hotel, porque hay que cuidar la voz. Hago cinco temas como solista, más todos los coros y hablar, impostar la voz», relata; pero recalca otras claves del éxito: «Es un musical familiar, que le gusta a niños que quieren ser Sandy o Danny Zuko, y otro público que disfruta por la nostalgia». Finalmente, tiene un recuerdo para «OT»: «Ya hace siete años y medio y mereció la pena, la verdad es que me ha dado mucho. Le agradezco las oportunidades que he tenido». Y se moja con «La voz»: «Yo pensaba que iba a ganar Maica, aunque Rafa estuvo bien. De todos modos, lo importante es dar una oportunidad a nuevos talentos», señala.

Cuarenta años para la obra más veterana de la escena española

Llega «Grease» a Oviedo, un espectáculo que ocupará las tablas del teatro Campoamor hasta el domingo. Y lo hace con optimismo, a la vista de lo dicho por el productor del musical, Gonzalo Pérez Pastor, de Vértigo Tours, que mostró su satisfacción por el buen ritmo de ventas de entradas. «Aún quedan localidades, pero la venta va bien en el teatro Campoamor. Que la gente se siga animando y vaya», sentencia.

«Grease» lleva seis años en cartelera en España, mayormente en Madrid y Barcelona, y con éxito. En alguna ocasión ha salido, pero más bien en el plano de representación de pruebas. Ahora el espectáculo sale de gira. Y Oviedo es la segunda plaza tras su debut en Cádiz. «Grease» celebra su 40.º aniversario. Es el musical que más tiempo lleva en los escenarios españoles. Durante dos horas y diez minutos (con quince de descanso) se revive esta veterana obra que se hizo muy popular en todo el mundo tras el formato de cine, con John Travolta y Olivia Newton- John. El montaje de esta gira mantiene el equipo de Madrid y Barcelona. «Cuando hacemos musicales en directo todo es en directo, incluso se ve a la banda musical, físicamente, en algún momento», matiza el productor. En «Grease» son seis músicos («formación tipo» de rock). «Una de las claves es que se reproduce fielmente el original, y eso en el filme ha quedado grabado en la afición»; incluso, dice Pérez Pastor, «se han incorporado números que en la película se oían como música de fondo. En realidad es fiel al musical de hace 40 años y a la película; al final es todo lo mismo». Y, claro, todo esto mueve equipos humanos, técnicos, presupuestos, cifras que, en estos tiempos de crisis, hasta animan: viajan 75 personas y otras 25 más son del teatro. El portavoz de Vértigo Tours da un dato que resume el despliegue: «Viaja un tráiler lleno exclusivamente con vestuario».