Saúl FERNÁNDEZ

El teatro Palacio Valdés registró anoche un nuevo lleno absoluto concidiendo con un estreno nacional; en esta ocasión: «No se elige ser un héroe», lo último de David Desola, la primera producción de la compañía «Mutis a Escena».

El espectáculo que se montó ayer por la noche parte del reencuentro de cinco hermanos, los cinco hijos de un héroe muerto: un comunista veterano que cedió su vida por salvar la de una niña. La crisis explota cuando los hermanos tienenen que decidir si aceptan el dinero de una multinacional de refrescos que pretende hacer un anuncio con la historia del héroe comprometido con la sociedad.

«No se elige ser un héroe» es un proyecto cuya carrera comienza en Avilés y está protagonizado por Juanjo Artero, Natalia Roig, Xisca Durán, Carmen Ruiz y Patxi Freytez. En palabras del director de la función (Roberto Cerdá), la obra «desarrolla los temas de quiénes somos y quiénes queremos ser», es decir, qué precio que tienen los principios o la ausencia de ellos.

David Desola explicó a LA NUEVA ESPAÑA la génesis de la obra cuyo estreno en España se produjo en Avilés: «Es una historia que no he visto en ningún sitio, simplemente, pensaba en dos iconos fallidos del siglo pasado: el comunismo y el capitalismo. El comunismo está practicamente acabado, ni siquiera los países comunistas se llaman a sí mismos comunistas, y el capitalismo parece que tiene tendencia al suicidio. Tomé la cocacola como icono de ese capitalismo y, luego, a un comunista de los de antes».

La representación de la peripecia de los cinco hermanos cosechó la admiración de los espectadores que pudieron disfrutar de la primera función de un montaje con la prosperidad por delante.

¿Siempre hay un precio? «Si estoy absolutamente arruinado me plantearía si son más importantes mis principios, o los de mi padre, o mi comida. Si tengo una posición envidiable pues, por supuesto, no vendería su memoria», comentó el dramaturgo catalán.

David Desola ha estrenado en Avilés sus mejores obras: «Baldosas», «Amor platoúnico», «Almacenados» y, ahora, «No se elige ser un héroe». El Palacio Valdés acogió también la representación de «La charla inútil».