J. N.

El dúo formado por Alexander Vasiliev, violín, concertino de la OSPA, y Patxi Aizpiri, piano, director del Coro de la Ópera de Oviedo, ofreció ayer un magnífico concierto en la Sociedad Filarmónica de Oviedo, demostrando que lo mejor está en casa, aunque, como es el caso, procedan de San Petersburgo y de San Sebastián, respectivamente. Al oírlos se entiende por qué van tan bien la orquesta y el coro citados.

Empezaron con un adagio del ballet «Raymonda», de Glazunov, de un lirismo extremo. Después, la «Sonata opus 94», de Prokofiev, con un scherzo interpretado espectacularmente. En la segunda parte, la «Suite popular española», de Falla, con todos los acentos y los colores, que en el caso de Vasiliev, como es ruso, no es fácil de expresar. Como final, nada menos que «Tzigane», de Ravel. Vasiliev y después Aizpiri la bordaron. De propina, un scherzo de Brahms que estuvo a la elevada altura de todo el concierto.