Luján PALACIOS

En tiempos de crisis, los emprendedores del futuro se esmeran al máximo. La plaza Mayor de la ciudad fue tomada ayer por 1.181 escolares de Educación Primaria, Secundaria y Especial, embarcados desde hace meses en la creación de setenta cooperativas para comercializar todo tipo de productos, con las miras puestas en obtener beneficios o, al menos, «poder pagar a los proveedores», en la XII Edición del Mercado de Cooperativas y Asociaciones Escolares, organizado en colaboración con Valnalón.

Los estudiantes, muchos de ellos alumnos en Secundaria de la asignatura Empresa Joven Europea, no han dudado a la hora de desplegar estrategias de venta. En el caso de IES Fernández Vallín, un cartel anunciaba que «se habla alemán». Porque «como en esta época puede que lleguen turistas, y como alguno de nosotros habla un poco de alemán, aprovechamos», explicaba Estefanía Riva. Y con tal de vender la mercancía, «hablamos francés, inglés, asturiano y lo que haga falta», apostillaba Sara Gil.

En su puesto se podían adquirir algunos productos de bisutería artesana y una gran variedad de productos de alimentación: lentejas pardinas, garbanzos, cecina, pimientos caramelizados y «unos bombones de queso que están gustando mucho», según Fernando Rodríguez.

Casi todos los productos a la venta ayer eran naturales, de elaboración propia o intercambiados con otras cooperativas, como en el caso del Liceo La Corolla, que vendía conservas cedidas por otros colegios. «Nos pasaron el catálogo de sus productos y nosotros les pasamos a ellos el nuestro para colaborar», indicaban Mica Paquet, Elena Lastra, Andrea García y Javier González, encargados de las ventas a pie de puesto. Como las ventas marcharon bien a lo largo de la mañana, con los beneficios «esperamos poder costear parte del viaje de estudios a París», y una parte del dinero, un 15 por ciento, «lo donaremos a alguna acción social».

Los chavales del IES Emilio Alarcos pregonaban sus jabones, mermeladas y colonias «completamente naturales», una mercancía que a lo largo de la mañana se vendió «mejor de lo que esperábamos», aseguraban Adrián González, Patrick Sánchez, Moisés Martínez, Elías Robles y Pablo Álvarez.

Los alumnos pregonaron sus libretas, chocolates, pendientes, anillos, pulseras, broches y elementos decorativos varios, cinturones y monederos de cuero elaborados por los chavales del Sanatorio Marítimo y hasta películas elaboradas por los estudiantes de Primaria del Taller de Imagen de Valnalón a través de sus cooperativas cinematográficas «Pajaritos», «Divercine» y «Turbocine». Los niños se dedican a elaborar películas basadas en cuentos y protagonizadas por ellos mismos. Uno de sus filmes, «Mi abuelo», acaba de ser seleccionado para participar en el Festival Cinema Jove de Valencia. Ayer vendían sus CD con ocho películas por 2 euros, y arrasaron. «Ya no nos queda nada para vender», explicaba azorada una de las pequeñas.

Los futuros empresarios, procedentes en su mayoría de Gijón, y con la presencia de estudiantes de Villaviciosa y Candás, dieron buena cuenta de la exigencia del mundo empresarial. Una experiencia «muy divertida» que, a lo mejor, les sirve para el futuro.