Jornada festiva en el valle del Nalón, donde hubo actividades lúdicas tanto en Langreo como en San Martín del Rey Aurelio y Laviana. El mercáu tradicional de Pampiedra, la tercera jornada del «Descorche» de El Entrego y las fiestas de Santa Rita en Boroñes reunieron a cientos de personas con sus programas de actos.

El tiempo acompañó en todo momento al mercáu tradicional de Pampiedra, que se abrió a mediodía con una gran afluencia de público. Los puestos, en los que podían comprarse todo tipo de productos artesanales -madera, cuero, cerámica, bisutería, bebida o comida-, estuvieron animados durante la jornada por las actuaciones de los miembros del grupo de teatro «Padre Coll», que representaron cuentacuentos, monólogos y escenas de teatro costumbrista. También se contó con la animación del polifacético músico Héctor Braga, uno de los valores más importantes del folclore asturiano.

En El Entrego se vivió la tercera y última jornada del «Descorche» de La Laguna. A mediodía se abrieron los puestos del mercadillo situado en el parque de La Laguna de El Entrego, unos 40 aproximadamente, entre tiendas de alimentación, artesanía, moda y otros sectores. La novedad de este año fue la prolongación del festival sidrero durante un día más, el de ayer domingo. Casas de Aldea Araugusta ofreció la degustación de un millar de litros de sidra ecológica, un reparto que se produjo tanto durante la mañana como por la tarde. Durante las degustaciones, los asistentes disfrutaron de la actuación de «La bandina en madreñes». El mercado del «Descorche» permaneció abierto hasta las diez de la noche.

El festival sidrero de El Entrego se inició el viernes, con la apertura de los puestos de venta, y tuvo en el sábado su día grande, con la participación de diez llagares que repartieron unos 2.000 litros de sidra entre los asistentes.

En la localidad lavianesa de Boroñes, las fiestas que dan el pistoletazo de salida a la temporada de «fiestes de prau» en el Alto Nalón, las de Santa Rita, vivieron su día grande con la celebración de la novena y la solemne procesión, que arranca desde la iglesia parroquial de El Condao y acaba en la capilla de Santa Rita, donde se celebró la eucaristía en honor de la patrona del pueblo.

Tras la ceremonia religiosa comenzó la tradicional puya'l ramu (la subasta de bollos y dulces entre los vecinos) y la sesión vermú. Durante toda la mañana, la organización de las fiestas repartió entre los socios la botella de sidra y el «bollu». Ya por la tarde, desde las cinco, se celebraron los juegos infantiles, que pusieron punto y final a las celebraciones, que se iniciaron el viernes con una paellada.