En la exposición fotográfica organizada por los vecinos de Antrialgo pueden encontrarse fotos de distintas décadas de los siglos XIX, XX y XXI, siendo la más antigua una de Prudencio García de 1881 y la más moderna la de un partido de fútbol del pasado año.

Una labor extraordinaria, fruto de la casualidad. Así podría definirse el trabajo realizado en los últimos meses por los vecinos de Antrialgo, en Piloña, que han conseguido organizar una exposición sobre fotografías antiguas del pueblo para la que, gracias a la colaboración de todas las familias de la zona, ya suman 700 instantáneas que datan desde finales del siglo XIX hasta la actualidad.

Fue en el pasado mes de septiembre cuando, con motivo de una celebración en las remodeladas escuelas públicas del pueblo, el vecino Fernando Lastra decidió llevar un álbum con fotos de antaño para compartir con sus amigos. Fue tal el éxito que tuvo la iniciativa que los presentes plantearon la posibilidad de comenzar a reunir fotos con el objetivo de realizar una muestra de los viejos tiempos del pueblo.

Desde entonces, la vecina María Luisa García Migoya ha sido la principal impulsora de la iniciativa y, siempre que puede, aprovecha la oportunidad para ir a charlar con vecinos con el objetivo de encontrar nuevas fotos. «A la gente le encanta verse en imágenes antiguas y la verdad es que no hay casa de Antrialgo que no haya colaborado», explica García, mientras muestra las 400 fotos expuestas hasta la fecha, a las que hay que sumar otras 100 que ya están impresas y otras 200 archivadas informáticamente.

Una colección de incalculable valor que todo el que esté interesado puede visitar en el momento que lo desee para pasar un buen rato recordando a los amigos de infancia, personajes inolvidables y actividades de recuerdo imborrable que tuvieron lugar en Antrialgo en los últimos 130 años. «El que quiera verla sólo tiene que pedir la llave de la escuela y venir con suficiente tiempo, porque lo va a necesitar», advierte García. Pero esta recopilación fotográfica no es más que el primer paso de una investigación a fondo sobre la historia de Antrialgo. Si bien las fotografías sirven para ver la evolución de la localidad a través de las distintas secciones diferenciadas en las que se distribuye la muestra, hay otros documentos que ya han despertado el interés de estos inquietos vecinos.

Así, el trabajo de campo se ha extendido ya a la recuperación de recortes de periódicos de comienzos del siglo XX que, en muchos casos, sirven para ilustrar los centenares de fotografías que van aflorando. La propia García consultó recientemente la hemeroteca de varias publicaciones ya desaparecidas, en las que halló decenas de noticias de Antrialgo publicadas entre el 1 de julio de 1893 y el 20 de febrero de 1936, con detalles más que curiosos. «Se narran las bodas de vecinos como si se tratase de las bodas reales actuales», declara la vecina, mientras enseña algunas crónicas sociales y deportivas de la época, en la que la práctica de los bolos era predominante.

Documentación toda ella con la que, poco a poco y gracias a la ayuda de los mayores del lugar, se está reconstruyendo una historia que en algunos casos estaba olvidada y ahora vuelve a ver la luz. «Gracias a las fotos, una vecina que se quedó huérfana de madre de muy joven descubrió que tenía varios tíos a los que ni siquiera conocía», recuerda una María Luisa García que ve en estos hechos suficiente recompensa para su arduo y desinteresado trabajo.