Piñeres (Aller),

L. CAMPORRO / A. V.

No estaba el «Juli», ni el «Cordobés» ni ningún otro matador. No había tampoco toros. Pero la localidad allerana de Piñeres celebró ayer su particular lidia litúrgica, que se enmarcó dentro de las fiestas de San Antonio. El toreo del santu, una tradición que, según los vecinos, se remonta a hace varios siglos, fue ayer el acto central de las celebraciones patronales de la localidad allerana, que gracias a esta singular escenificación recibió a numerosos visitantes que no quisieron perderse la fiesta.

Dice la historia popular, que el toreo del santu fue una tradición que trajo a Piñeres un soldado que había nacido en la localidad, y que había luchado en los tercios de Flandes. El ritual, como cada año, se lleva a cabo entre la iglesia parroquial de San Pedro en Piñeres y la Capilla de San Antonio, un recorrido de casi un kilómetro de longitud. La imagen sale de la iglesia izada por varios feligreses, para iniciar una procesión entre los dos templos. Entonces, un joven de la localidad, que ayer fue Alberto Gutiérrez, porta una bandera de varios colores con la que, moviéndose de espaldas para darle la cara siempre al santo, realiza movimientos con la tela como que emulan a los capotazos de un torero.

Estos movimientos se realizan para que la bandera se mantenga lisa y sin ningún tipo de pliegues hasta la llegada a la Capilla de San Antonio. Es entonces, cuando el joven extiende el estandarte que venía blandiendo, y lo coloca en el suelo para que el santo entre en la ermita. Esta acción está cargada de simbolismo, y según las creencias populares, esto se hace en señal de las tentaciones terrenales que San Antonio tuvo que superar, algo que hizo con éxito.

Tras esta tradicional procesión, todos los asistentes a las fiestas de San Antonio, en Piñeres, pudieron disfrutar de los no menos típicos actos que en toda buena fiesta asturiana no pueden faltar: la misa, la puya'l ramu y una sesión vermú. Por la tarde, romería y una verbena pusieron el punto y final a los festejos en la localidad allerana.