Degustar un trozo de tarta de fresas recién hecha, comprarse un abrigo de segunda mano por menos de la mitad de precio, llevarse a casa un chorizo artesano, recopilar algunos viejos libros y discos, echar un vistazo al futuro a través de las cartas del tarot y hasta dejar encargadas unas invitaciones de boda. Y, mientras tanto, los más pequeños se pueden entretener en talleres de maquillaje o en unas lanchas en una gran piscina de agua. Todo ello y mucho más fue ayer posible en la octava edición del "Mercazoco", una exitosa iniciativa de venta, trueque e intercambio que reunió a más de 240 puestos de todo tipo de artículos, llegados de toda Asturias y de fuera de la provincia. Tal como explican las responsables de la organización, en esta edición participaron 216 puestos particulares y 32 de profesionales, con presencia de vendedores de Galicia, León, Cantabria y País Vasco. Sólo por la mañana, pasaron por la Feria más de 4.000 personas, y la jornada se cerró con 10.043 visitantes.

"Está muy bien esta iniciativa; nunca había venido, pero hoy me animé, porque me habían hablado muy bien de ella", aseguraba Amelia Fernández, que, en compañía de dos amigas, curioseaba entre los artículos de un puesto de venta de gorros y sombreros.

También fue ayer la primera vez en el "Mercazoco" para la artesana joyera Paula Coterillo, recién llegada de Cantabria. "Los organizadores me llamaron para participar en esta edición, y la verdad es que estoy muy contenta porque es una forma de dar a conocer nuestro trabajo y de participar en un mercado original", aseguraba rodeada de collares y colgantes. Para rematar, también hubo talleres, una rifa solidaria y un bingo, así como performances y un desfile de presentación de una nueva marca de ropa.

La próxima cita será el 27 de abril, y de nuevo se podrá encontrar casi, casi, cualquier cosa.