La Orquesta de Cámara de Siero de Asturias (OCAS) se ha convertido, por méritos propios, en una de las agrupaciones musicales más interesantes e innovadoras en el panorama artístico actual asturiano. La orquesta nació hace doce años, aunque sus orígenes se remontan a 1993, cuando músicos del Conservatorio del Nalón empiezan a actuar juntos. A finales de 2001 optan por cambiar de sede y de nombre, instalándose en Siero con la denominación actual. Aunque empezaron como una Orquesta de Cámara actualmente presentan programas en los que llegan a actuar hasta sesenta personas, por lo que podríamos decir que han pasado a ser, en algunos momentos y con creciente frecuencia, una sinfónica en toda regla.

El pasado 1 de marzo la OCAS actuó en Washington en el incomparable marco del Salón de las Américas, en el edificio histórico de la Organización de los Estados Americanos (OEA), un lugar emblemático y cargado de historia musical, especialmente en las décadas anteriores a 1971, cuando la inauguración del Kennedy Center vino a cambiar profundamente el panorama musical de la ciudad. Antes de esa fecha, fueron numerosas las figuras de primer nivel que actuaron en el Salón.

El concierto se pudo realizar por el esfuerzo mancomunado de varios actores. Por un lado, la generosidad de la orquesta, que planteó ampliar su periplo por Estados Unidos. Luego, la favorable reacción del Museo de Arte de las Américas, dependiente de la OEA, que aceptó sumarse al proyecto (por cierto, el Museo es poco conocido en Washington, aunque dispone de una de las mejores y más completas colecciones de arte latinoamericano en Estados Unidos). Además, el apoyo de las dos embajadas de España en Washington, ante Estados Unidos y ante la OEA. Y finalmente, la colaboración del maestro español Ángel Gil-Ordóñez, quien llegó a la capital norteamericana hace veinte años y se ha convertido hoy en una figura indiscutible en el panorama musical de la ciudad.

La orquesta es famosa por su carácter innovador y solidario, como bien reconoció el jurado del Premio "Serondaya" de las Artes 2013 cuando le otorgó el galardón. El programa que interpretó en Washington, ante un público que abarrotaba la sala, fue buena prueba de ese espíritu innovador. Hubo piezas melancólicas y lentas, otras trágicas e intensas y también ritmos caribeños que invitaban al baile. Y es que a esta agrupación musical le gusta acercarse a diferentes repertorios desde perspectivas dispares. Aunque lo más impresionante fue sin duda el NiFe o Réquiem Minero del hispano-cubano Flores Chaviano, con una emocionante tonada asturiana cantada por Fernando Vallerroso, obra compuesta en homenaje a los 33 mineros muertos en diversos accidentes en las cuencas a lo largo de 1995.

El carácter solidario de la OCAS se manifiesta en el proyecto de cooperación musical internacional que impulsan, denominado "Vínculos". Un proyecto que los ha llevado a actuar en Bolivia, Brasil, Honduras, Guatemala y Ecuador en beneficio de colectivos desfavorecidos, desplazando la orquesta desde los escenarios clásicos a territorios problemáticos concretos.

Manuel Paz, director y alma de la OCAS, reconoce que en Asturias hay más orquestas, si bien ellos han querido siempre ser "algo diferentes y más divertidos" de lo habitual. Por eso les gusta grabar "flashmobs" como el que hicieron en el aeropuerto Heraklion en Grecia o, al día siguiente del concierto en Washington, en el mercado de frutas de Dupont junto al afamado chef José Andrés. No dejéis de ver ambos en Youtube.

La OCAS prosigue su aventura americana, desplazándose ahora a Nueva York. Allí volverá a actuar, como hizo hace años en lo que fue su primer concierto en el extranjero, en las Naciones Unidas, con motivo del Día Internacional de la Mujer, así como en varios hospitales infantiles de la ciudad. Deseamos todo lo mejor a esta joven, innovadora, generosa y solidaria orquesta que lleva el nombre de Asturias por el mundo y que cree firmemente que la música puede y debe ser una herramienta para el entendimiento y el desarrollo de los pueblos.