Pola de Siero celebra hoy los Güevos Pintos, la fiesta de interés turístico nacional con la que se cierra, por todo lo alto, una semana repleta de actividad en la localidad. Desde las diez de la mañana, la carpa con güevos pintos está abierta al público para que todos puedan disfrutar -y adquirir si así lo desean- las pequeñas obras de arte con motivos que van desde lo más tradicional hasta la más pura innovación. En total se han instalado más de 20 puestos.

El inicio de la fiesta ha estado marcado por el recuerdo del concejal David Ordóñez, fallecido recientemente a los 28 años. El párroco de la Pola, Sergio Martínez, le dedicó unas palabras durante la bendición de la fiesta. Martínez también tuvo un recuerdo para el cementerio de Bobes donde resultaron dañados 120 nichos al derrumbarse un muro.

Además, la fiesta le ha servido este año a la Sociedad de Festejos de Pola de Siero para hacer acopio de las primeras obras que formarán parte del futuro museo de güevos pintos. El presidente del colectivo, Jenaro Soto, ya tiene en su poder cerca de 40 huevos cedidos por los artesanos que han puesto a la venta sus creaciones en la carpa instalada en el parque Alfonso X el Sabio.

Festejos había organizado un concurso de pintura en directo de güevos pintos, con el objeto no solo de fomentar la creación artística sino también de seguir enriqueciendo el museo. Sin embargo, lo hubo de suspender porque, aunque había muchos artistas inscritos, la mayoría no se presentó en la jornada de ayer.

La fiesta de hoy viene repleta de actividad. De once y media de la mañana a dos y media de la tarde estuvo abierta al público una estafeta de correos con el matasellos especial de la fiesta concedido por la Dirección General de Correos y Telecomunicaciones. El matasello cumple su trigésimo segundo año.

El primer acto importante es la bendición de los güevos pintos en asturiano, oficiada por el párroco de Pola de Siero, Sergio Martínez. Este acto, instaurado por el que fuera párroco de San Pedro Carlos Sánchez Martino, se ha convertido en parte inseparable de la tradición de la fiesta, y normalmente tiene tintes no solo religiosos sino también reivindicativos.

Al mediodía se abrió también la espicha del tonel de sidra del hórreo situado en la plaza del Ayuntamiento, donde se ofrece la bebida gratis. A continuación, hubo un cuentacuentos, y tuvo lugar la entrega de los premios del concurso escolar de güevos pintos.

Tras una sesión vermú que se cuenta entre lo más preciado por polesos y foráneos, por la tarde fue el turno del desfile folclórico por las calles de la localidad, con la participación de Los Sidros, los grupos "El Ventolín", "El Piñote", "La Bandina Les Campes", "La Sidrina", "San Félix" de Valdesoto y "Cuélebre", la banda de gaitas "Xiranda", la asociación "Nora" y la carroza de la reina de las fiestas.

La verbena en la calle Alcalde Parrondo, que cuenta con la actuación estelar del grupo "Los Berrones" y con la orquesta "Salitre", dejará paso al disc jockey local Diego Laruelo, encargado de poner el broche final.