La soprano italiana Anna Caterina Antonnaci cerró ayer de una forma extraordinariamente brillante el ciclo "Primavera barroca", en la sala de cámara del Auditorio de Oviedo, acompañada por el grupo Accademia degli Astrusi, todos dirigidos por el maestro Federico Ferri, que simultaneó la conducción con el chelo. Al final, dos minutos y 32 segundos de aplausos, y, tras la propina, una impresionante aria de "Jerjes", de Haendel, dos minutos y 44 segundos de aplausos.

Fue así durante toda la velada con un programa en el que figuraban grandes compositores como Monteverdi, para una voz magnífica desde su primera intervención con el prólogo de "Orfeo" del compositor de Cremona, que ya provocó estallidos de aplausos y ovaciones en el respetable.

Y es que con una voz muy amplia y hermosa, y con la fuerza dramática o la belleza lírica que requerían unas piezas u otras, la Antonacci se mostró como una artista total, semiescenificando algunas arias y demostrando carácter y bravura cuando eran necesario. Especialmente acertada estuvo en "Pazzia venuta da Napoli: la pazza", de Giramo, que cerró la primera parte.

En cuanto a la Accademia degli Astrusi -siete músicos muy experimentados-, brilló especialmente en los números que tocó sin voz, sobre todo en la "ciaccona" de Merula, donde el violinista Lorenzo Colitto se mostró como un consumado intérprete.