Alardes de creatividad para convertir los productos de la huerta en adornos terroríficos. Eso es lo que han hecho los alumnos del colegio público El Plaganón de Sevares durante los últimos días con motivo de un concurso de calabazas decoradas organizado por el centro dentro de la programación elaborada para celebrar la fiesta de Halloween, cuyos actos centrales tendrán lugar este viernes.

En total fueron decenas los niños que se sumaron a esta curiosa iniciativa que premiará a la calabaza más grande y a las tres más originales. En cuanto a volumen, el pequeño Fernando González se llevará la palma con un ejemplar que apenas abarca con sus brazos. "No sé de dónde la sacaron, pero reconozco que mi familia tuvo que ayudarme a decorarla", cuenta el alumno mientras presume de ejemplar.

Otros decidieron realizar obras más pequeñas, pero no por ello menos trabajadas y pensadas. Es el caso de Adrián Meana, que elaboró por sí mismo una estampa con una calabaza estudiosa. "Me llevó bastante tiempo, pero no necesité ayuda de nadie", indica, mientras su compañero Gabriel Peiteado saca pecho con su serpiente elaborada a base de decenas de calabacines de su huerta. "Los saqué de una finca en la que tenemos calabazas y estoy muy contento con el resultado", declara el niño.

No será sin embargo ésta la única de las actividades que se realizarán a partir de la una de la tarde del viernes, pues entre los actos incluidos en el programa se encuentra la proyección de vídeos que los alumnos elaboraron en sus casas con la temática de la tradicional festividad de origen anglosajón como gran protagonista. Asimismo, todos recorrerán las aulas del centro para participar en el clásico juego del "¿truco o trato?" y para ello contarán con la implicación de los profesores.

Por último, los alumnos de todos los cursos interpretarán varios temas populares vinculados a la temática de esta fiesta mediante coreografías y puestas en escena que llevan ensayando varios días. Una oportunidad única no solamente para disfrutar, sino para descubrir más a fondo aspectos de otras culturas y poner en práctica algunos términos aprendidos en las clases de inglés.

El profesorado se muestra muy contento de la implicación de los estudiantes en esta y otras actividades. Ejemplo de ello es la muestra de planetarios de plastilina realizada de forma totalmente voluntaria por los pequeños ante la fascinación que le generó el estudio del sistema solar.