Fernando Fueyo tenía anotadas en su agenda dos promesas que cumplir antes de morirse: ser capellán de un Sporting de primera división y regresar a Burundi. Con la primera no anda muy desencaminado, y la segunda acaba de hacerla realidad. El sacerdote gijonés, párroco de El Coto, viajó hace pocas fechas al país africano, el mismo en el que había estado hace más de 30 años para ayudar a sus gentes y poner en marcha varios proyectos de desarrollo, y ayer relató su periplo.

No quería dejar este mundo sin regresar, porque "África es una enfermedad de la que nunca te curas", y lo ha hecho a lo grande. Con el envío de una ambulancia, varios microscopios, material deportivo y la colaboración económica de muchos gijoneses. Ayer quiso celebrar el éxito de su misión africana en la gala solidaria "Retorno a Burundi", un evento lúdico, con música y baile, para contar a todos los gijoneses que han arrimado el hombro cómo fue al experiencia de viajar al continente africano para esperar la llegada de la ambulancia, que fue transportada por barco.

El vehículo medicalizado fue donado por Trasinsa, Ambulancias de Asturias, y el resto de material se hizo llegar gracias a "la generosidad de todos vosotros", señaló Fueyo, emocionado y exultante al relatar los pormenores del viaje. Desde los dos días de espera por la ambulancia, el viaje por carreteras imposibles en el que "estuvimos a punto de perder el mapa", la visita a los edificios que se siguen levantando en los poblados de Tenga y Ntita para mejorar la salud y la educación de los lugareños o la misa multitudinaria en la que las gentes de aquella zona del mundo quisieron agradecer a los gijoneses su solidaridad. "Burundi es un barrio de Gijón", bromearon los conductores de la gala, Jaime y Pachi Poncela. Y ha de ser así, en vista del cariño de que estuvo rodeado el viaje.

Fue Fernando Fueyo acompañado por Javier Montes, Juan Menéndez y Armando Menéndez, y allí se encontraron con el misionero gijonés, ya jubilado, Germán Arconada. Toda una delegación de ilusión en la que el Sporting también estuvo muy presente, con las camisetas que les han llegado a los jóvenes de la zona y con las que disputaron un partido con más de tres mil espectadores.

El reto pasa ahora por seguir apoyando los proyectos de desarrollo en la comunidad, con escuelas en construcción, la adecuación de nuevos quirófanos en el hospital y el aprovisionamiento de nuevos materiales. Para ello sigue abierta una cuenta en el Banco Herrero, y el dinero recaudado por la venta de entradas para la gala de ayer (el Teatro Jovellanos estaba repleto) también se destinará a cooperación en Burundi.

Para agradecer las aportaciones que ya se han hecho y la colaboración en la difusión de las actividades de Fueyo en África, el sacerdote y sus colaboradores hicieron entrega en la gala de varios diplomas a entidades y personas que han aportado su grano de arena. Entre ellas, LA NUEVA ESPAÑA, la Asociación de Fotoperiodistas Asturianos, que organizó una exposición y venta de fotografías para recaudar dinero, el Grupo Covadonga, la Universidad de Oviedo o el Teatro Jovellanos. Y para finalizar, como no podía ser de otra manera, música y fanfarrias a cargo de artistas como Pipo Prendes, que actuó por primera vez junto a su hija Claudia, Emilio Acebal, Cholo Juvacho, Víctor de Cimadevilla, el Grupo Jovellanos, los Hermanos Valle Roso o el Coro Infantil del Grupo de Cultura Covadonga. Porque la solidaridad no está reñida con la fiesta.