El río Sella cuenta con 4000 nuevas truchas desde ayer, gracias a la iniciativa de la sociedad de pescadores "El Esmerillón". El colectivo quiso celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente con una suelta de alevines en La Dehesa, junto a Arriondas. Para la tarea contaron con una ayuda muy especial: los estudiantes y profesores del colegio Río Sella. Ataviados con calderos y botas de goma, 80 alumnos se encargaron de introducir en las aguas del Sella las pequeñas truchas, nacidas a comienzos de este año en la piscifactoría que la asociación tiene en Romiyu.

La escritora puertorriqueña Tina Casanova, que desde hace 15 años pasa largas temporadas en Parres y que tras la riada que asoló la villa en 2010 escribió para los escolares parragueses el cuento "Truchín del Sella", tampoco quiso perderse una jornada que calificó de "maravillosa". "Me parece lindo que los niños aprendan fuera de las aulas y tomen conciencia de la necesidad de cuidar el medio ambiente. Esto en mi país no lo hay", explicó.

La sociedad de pescadores "El Esmerillón" dio así el pistoletazo de salida al plan de repoblación de truchas en el Sella, que contempla soltar un total de 250.000 alevines este temporada. El colectivo lleva más de una década invitando al colegio a participar en la primera suelta anual con el objetivo de que "los niños se conciencien de que la repoblación de truchas es vital y requiere un importante trabajo durante todo el año para no quedarnos en números rojos", según explicó el secretario, Juan José Peruyera.

A pesar de su corta edad, alumnas como la cabraliega Carla Traspalacios, son ya unas expertas en la repoblación del río. "Ya participé el año pasado y volvería a hacerlo. Es importante que crezcan porque si no nos quedamos sin pescado en el río y a mi me gustan mucho las truchas", reflexionó la joven, de 5 años, antes de recibir en su caldero un puñado de ejemplares de la mano del guarda del Principado Víctor Vega. Ejemplares que ya surcan las aguas del Sella.