José Luis Dizy González (Sama de Langreo, 1938) llenará de color esta segunda quincena del mes de julio la Casa de Cultura de Ribadesella. En concreto la sala de exposiciones, de cuyas paredes cuelga una retrospectiva de la obra que ha realizado desde su jubilación.

Fue entonces, al dejar de trabajar, cuando Dizy pudo dedicarse por completo a su pasión, la pintura. Pese a que pintó su primer cuadro, un bodegón, con tan sólo veinte años, su profesión de comerciante de ultramarinos y más tarde de artículos deportivos le impidió sumergirse antes en la pintura. Ya jubilado retomó con ímpetu esta afición y comenzó a exponer, una costumbre que no ha perdido.

A Ribadesella regresa ocho años después de que en 2007 la sala municipal ya mostrara una obra que también han conocido en Langreo, El Entrego, Llanes, Arriondas y Bruselas, entre otros lugares.

El pintor langreano sí compatibilizó su trabajo como comerciante con otra de sus grandes aficiones, la caza. Este constante contacto con la naturaleza le granjeó una mirada especial sobre la naturaleza, un tema protagonista en sus lienzos.

Dizy es un "pintor realista de conjunto" y tanto paisajes como animales forman parte de su obra, en la que también hay una "especial predilección" por el retrato. La retrospectiva de su obra se puede ver en la Casa de Cultura riosellana, de lunes a viernes, de 11.00 a 14.00 horas y de 18.00 a 21.00 horas, y los sábados, de 12.00 a 14.00 y de 19.00 a 21.00 horas.

Teatro en la calle

Ribadesella vive un verano lleno de actividad cultural lleno de arte, música y también teatro. Ayer comenzó la séptima edición del festival de Teatro en la Calle, un evento que se prolongará hoy y mañana y que cuenta con una gran aceptación entre el público. Las obras se representan en la plaza Reina María Cristina -la plaza del Ayuntamiento- a partir de las 21.00 horas y este año cuentan con la presencia de dos compañías asturianas, Rosario Trabanco Teatro y Santa Bárbara teatro.

La primera representará esta noche la pieza "El retratista", de Eladio Verde, que cuenta la historia de Pepa y Matraca con sus hijas Manolina y Gloria. Gloria está enamorada de Celso, su vecino, mientras sus padres hacen planes con Chinto para casarla con el hijo de ésta.