La noche blanca sigue ganando adeptos en el Oriente. El evento impulsado por la Casa Negra de Sotu Deu con el objeto de acercar el arte contemporáneo a todos los ciudadanos se consolida en su II edición como una cita ineludible. El poeta madrileño Jesús Urceloy dio en Villanueva de Cangas de Onís el pistoletazo de salida a los actos con la lectura de una decena de poemas que destacaron por su tono irónico. "No pretendo ser humorístico pero si divertido", advirtió al respetable. La Casa de Cultura de Cangas de Onís fue el escenario de la segunda acción, protagonizada por el artista gijonés Miguel García. El joven, guitarra en mano, rindió un homenaje a su abuela Luisa Crespo, de 88 años y vecina de Tornín. La habanera "La veleta" interpretada con un estilo muy personal, el "todo cambia" de Julio Nuhauser pero sobre todo el romance de carnaval cangués "el crimen de Calabrez" hicieron las delicias del público. El espectáculo continuó en Santillán (Amieva) de la mano de Agustín Aramburu, creador del cartel del 79.º Descenso Internacional del Sella. El artista sorprendió con unas instalaciones que recreaban unas nubes a escala y que permitieron a los presentes "sentirse como Dios" al ver todo desde la perspectiva de un gigante. El punto final lo puso en la Casa Negra de Sotu Deu el poeta de Tornín Alberto Claver, con una docena de poemas que cabalgaron entre el punk y el realismo sucio.