"Si después de ver esto un chaval se va a su casa y pide a sus padres que le compren un cuento, un 'Mortadelo y Filemón', y deje un poco el 'smartphone' y la 'tablet', me doy por satisfecho". Así resumía el experto bibliófilo Federico Campo sus intenciones al organizar la exposición de facsímiles de importantes obras medievales que se inauguró ayer en Lugo de Llanera. Se trata de reproducciones con una extraordinaria fidelidad, tanto en las formas y colores como en las texturas, de algunos libros importantes de la historia como "El Beato de Liébana", del siglo VIII, o el "Libro de las horas" de Rohan, del siglo XV.

A estos dos se refirió el concejal e historiador Alfredo Rodríguez, en la introducción de la presentación, como obras muy significativas de un arte minucioso y difícil de realizar, cuya reproducción hoy supone un enorme reto y esfuerzo.

Bien lo sabe Federico Campo, que en su momento se embarcó en la aventura de editar un facsímil de la primera edición del "Cantar de mio Cid". Según explicó, se necesitan entre dos y tres años para captar las imágenes de los originales, que tienen unas importantes restricciones de acceso, imprimir, maquetar y encuadernar. Pero el resultado son libros de una fidelidad asombrosa a los originales y que -ahí está la ventaja de la muestra- se pueden tocar, para disfrutar de la textura de las páginas y de la belleza de las ilustraciones. La muestra estará abierta, en horario de atención al público de la biblioteca, hasta el día 30 de octubre.