"Puede ser un disco un poco más elaborado. El primero era más fruto del momento, más impaciente. En éste no hemos perdido la frescura, pero tampoco queríamos hacer lo mismo. Tomamos riesgos con otro tipo de canciones". Lo dice David Ruiz, componente de "La M.O.D.A.". El grupo llega a Oviedo el viernes (sala Estilo, 21 horas) con "La primavera del invierno", álbum que interpretarán en dicha sesión, pero que combinarán con su anterior producción en castellano.

David Ruiz reafirma el compromiso creativo del grupo, el no dejarse llevar por movimientos o tribus de la escena: "Nos dan igual las etiquetas, el caso es que a la gente le guste lo que hacemos. Las etiquetas limitan. Hay que tener libertad y amplitud de miras", argumenta. Eso sí, entre algunos de los gustos que se pueden registrar en "La M.O.D.A." entran desde Springsteen a Dylan o "The Cash". Son históricos que no les corresponden por generación, pero llegaron a través del viaje común: "A veces te llega por gente de tu familia y amigos; a veces, gracias a internet", matiza.

"La M.O.D.A.", es decir "La Maravillosa Orquesta del Alcohol", tiene talante sonoro country/blues, pero ánimos de casi todo; es decir, pueden llevar al oyente a un sonido general, incluido el rock alternativo, o puede ser algo con sensibilidades varias tocadas por su modo acústico y otros contrastes rítmicos. Sólo hay que parase en "Miles Davis" o "Nubes negras", por citar un par de ejemplos que rodean su estilo en "La primavera del invierno".

El grupo ha mantenido su apuesta durante casi un lustro, con diferentes etapas y muchos conciertos (ya dejaron su sello en Asturias), entre ellos festivales de postín como el BBK de Bilbao.

"La primavera del invierno" es, sobre todo, un viaje por distintos instrumentos que se arriman a las tendencias citadas, con el consiguiente salpicado folk. En todo caso se sirven canciones muy profundas que regalan un perfil distinto a lo habitual: "En Oviedo tocaremos los dos discos en castellano, algunos de los primeros EP en inglés y luego añadidos instrumentales que no están en los discos", desvela David Ruiz.

"La M.O.D.A." es, para mayor dificultad, un sexteto, reconvertido ya en septeto, pero no se amilanan: "Estamos dando caña, sin levantar el pie del acelerador; sería un sueño poder llegar a vivir de la música. Y el hecho de ser tantos convierte nuestros conciertos en una fiesta. En realidad hay algo de romanticismo en todo esto que hacemos", reflexiona el músico y compositor. Y está resultando: "Cada vez viene más gente a buscarnos y a vernos. Hemos tocado en un montón de festivales con un público que nos responde", dice; y concluye con las ventajas y desventajas que le ha dado internet: "Ha democratizado la música, pero también ha hecho que los discos se consuman muy rápido".