Las reglas en la moda están para romperse, y así quedó demostrado ayer en la primera jornada de la Pasarela "Oviedo está de moda". Ni las pieles son para el invierno ni las mangas cortas para el verano; los trajes pantalón ya no se reservan a los hombres ni los abrigos de pelo a los adultos.

De la mano de Miguel Marinero, Ágatha Ruiz de la Prada y Roberto Verino, el público que ocupó las gradas instaladas en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Oviedo viajó hacia un invierno en el que reinan el colorido y los brillos, y en el que las pieles, los pantalones rectos y las faldas de largo midi se convierten en imprescindibles.

El diseñador gallego Roberto Verino fue el encargado de abrir la tercera edición de esta cita, que organiza la Asociación de Comerciantes de Oviedo (Adaco) en colaboración con el Ayuntamiento. Y lo hizo con su invierno más lujoso. Abrigos y faldas con hilos de lurex, vestidos y capas cubiertos de paillettes y pieles de lo más suculentas. El gris, el negro, el marrón y el azul marino dominan la colección, que se ve salpicada por pequeñas gotas de rojo y beige. Para ellas, chalecos XL con pantalones rectos, camisas masculinas con faldas rematadas en flecos y vestidos de silueta lápiz con guantes de piel hasta el codo, con los cuadros como estampado dominante. Para ellos, trajes con pantalones ajustados a la pierna y el largo tobillero, gabardinas clásicas sobre prendas de punto actualizadas y chaquetones con bolsillos combinados con botas Dr. Martens.

Miguel Marinero alegró la tarde con sus coloridas prendas de abrigo, llenas de inesperadas mezclas de tejidos y divertidos juegos de volúmenes. El diseñador llanisco de adopción apuesta por el blanco y el cordero merino para este invierno. Piezas rectas hasta la rodilla adornadas con cuellos de pelo que se contraponen con faldas XL de piel de color oro. Las franjas de color, en homenaje a Agustín Ibarrola y sus "Cubos de la memoria", aparecen en faldas mini ajustadas de piel y bajos de abrigos rematados en zigzag. La parte más femenina llega con las cinturas ajustadas gracias a cinturones de print animal, a juego con los zapatos de la firma asturiana Miss García.

Ágatha Ruiz de la Prada fue la encargada de cerrar el día grande de la pasarela. Al ritmo de los clásicos del pop español de los setenta y ochenta, presentó su propuesta para el próximo verano, la colección más comercial y sosegada de la creadora madrileña. Sudaderas en tonos pastel hasta el ombligo, pantalones palazzo con aplicaciones de pelo, camisetas y vestidos columna multicolor de algodón, flecos y los clásicos estampados de estrellas y corazones.