La recién constituida Asociación Profesional de Integradores Sociales de Asturias (Apisa) celebró ayer su primera actividad pública en la región. En el Instituto Carreño Miranda, desarrolló la jornada "Intervención social en el ámbito municipal de Avilés", en la que se explicó la estructura y organización del área de promoción social del Ayuntamiento avilesino, se habló del proceso de erradicación del chabolismo en la ciudad y, por último, se presentaron distintas experiencias de intervención en la comarca a cargo de representantes de entidades sociales: Cáritas, Cruz Roja y Los Glayus.

La sesión tuvo un carácter informativo y estuvo dirigida a alumnos del ciclo formativo de grado superior Técnico de Integración Social. El objetivo era acercar a los estudiantes el quehacer laboral de este colectivo que en Asturias se forma en tres centros: el IES Carreño Miranda de Avilés, el IES Roces de Gijón y el IES Río Trubia.

El integrador social es, explica Beatriz Solórzano, vicepresidenta de Apisa, la persona que trabaja "cara a cara" con los colectivos desfavorecidos: víctimas de violencia de género, prostitutas, discapacitados, emigrantes, personas con adicciones, anciano, niños... "Nos confunden con el trabajador social", añade Elvira Suárez, secretaria, si bien éste, dice, "es el que coordina y organiza el movimiento y el trabajo del integrador".