Sol y fuego. Agua y luna. Mieres abrió ayer sus fiestas patronales. San Xuan ha llegado y con él las tradiciones, los ritos y la magia que envuelve al solsticio de verano. La brujería ligada desde su origen a esta celebración aún coexiste con nuevas costumbres y usos. Así, el alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez, reconoce que practica algo de hechicería en la intimidad de su despacho: "¡Que la gente esté tranquila; lo del tiempo está arreglado: no lloverá". El druida-regidor incluso detalla los contenidos del conjuro: "Daba malo, pero se ha logrado que a partir de mañana -por hoy- al mediodía se abran claros y salga el sol, esti añu no habrá orbayu".

Las fiestas de San Xuan arrancaron ayer con el tradicional "barrenazu". A las doce del mediodía, el Alcalde hizo explosionar la pólvora y desencadenó el estruendo. Lo hizo con un pequeño mando a distancia similar a un teléfono móvil, colocándose a una distancia prudencial del explosivo. El que fuera concejal del PP durante tres mandatos, José Juan García, recordó, reclamándole más audacia a Vázquez, que "antiguamente" -no tanto- los regidores detonaban el "barrenazu" mechero en mano, "encendiendo una pequeña mecha". Esa tradición no parece que tenga visos de recuperarse: "Déjate de historias, que con la tendencia que tiene este alcalde a desgraciársemos seguro que acaba en urgencias con la mano negra", replicó en broma uno de los presentes.

Mieres está oficialmente de buen humor. Las patronales vivieron ayer su jornada inaugural con varias citas de interés. La principal fue el pregón. El encargo fue para la cantante local Paula Rojo, que también ofrecerá un concierto dentro del programa festivo. Será la noche de San Xuan, después de la "foguera". Sabe que los mierenses gustan de arropar a los "suyos", sobre todo en las patronales: "Me siento mierense de pura cepa. Soy de San Pedro, cantautora, hija de ferroviario y nieta de picador, y el hecho de tener todo eso en común con el gran Víctor Manuel, mierense por excelencia, yo creo que vale algo ¿no?".

La joven artistas reconoció sentirse muy unida al concejo. "Mieres es la villa que me vio crecer. Cada rincón de esta ciudad forma parte de mi vida. Y cada vez que me es posible, cojo un tren de cuatro horas y media porque para mí, Mieres significa familia, hogar y tranquilidad". Paula Rojo reunió a un buen número de público en la Casa de Cultura. Compartió lo que para ella significan los principales ritos de San Xuan. Además, describió algunas de las cosas que unen a los vecinos del municipio: "Un mierense siempre dice que el mejor sitio para beber sidra es Requejo. Un mierense es del Caudal sí o sí. Un mierense, en algún momento de su vida, compró gusanitos solo y exclusivamente para dárselos a los patos del parque. Y de eso trata San Xuan. De sentirnos más mierenses que nunca y disfrutarlo", subrayó.