Los mozos de Balmori sudaron ayer la gota gorda para plantar la hoguera que anuncia las fiestas de San Juan. La mezcla de maña y fuerza fue fundamental para levantar un eucalipto de 36 metros de longitud y casi tres toneladas de peso que durante el resto del año adornará la plaza del pueblo.

El tronco fue cortado a primera hora de la mañana en Las Cerezales (Quintana) y arrastrado hasta el foso de la hoguera por "Cachorro" y "Galán", dos bueyes de más de 800 kilos de peso propiedad del vecino Juan González "el Marineru".

Los mozos estuvieron asesorados durante todo el proceso por veteranos como los hermanos Gaspar y Manolo Pérez, y por Joaquín de la Vega "Chocolate" . "Ya no estamos para hacer esfuerzos, pero esto es como una droga, no lo puedes dejar nunca", explicaron.

"El árbol con sus banderas clavadas en lo alto nos sirve como una veleta durante el resto del año y es lo primero que miramos al levantarnos, para ver de dónde sopla el viento", dijeron.

Para erguir el tronco fueron necesarios los brazos de medio centenar de vecinos.

Al frente de las operaciones se puso como "vocero" César Fernández, que también se encargó de tocar el bombo con la banda local "El Alloru". A los gritos de "¡a ver!" y "¡ahora!" guió a los mozos para que levantaran el árbol, con ayuda de unos soportes de madera caseros con forma de tirachinas conocidos como "armas secretas". Antes, Ramón González se encargó de fijar tacos de madera en el tronco para enganchar unas cuerdas con las que facilitar la elevación del eucalipto una vez que éste superó la altura del tejado de la escuela.

"La coordinación es fundamental, mientras unos empujan el árbol otros tienen que manejar los soportes, y otros ir rellenando con tierra y piedras, que es la tarea más dura", explicaron los participantes en el evento. El sonido de las panderetas indicó, tras más de dos horas de esfuerzo, que la operación había finalizado con éxito y dio paso a una espicha.

El proceso fue seguido de cerca por habituales como el mexicano Faustino Álvarez, nieto del vecino Fermín "El Ratu". "Vengo todos los años, no me lo pierdo nunca porque la de Balmori es la hoguera más grande de toda la rodeada", dijo. Otros, como la gallega Cristina Conde, era la primera vez que acudían al evento, pero no la última: "es único".