Los amantes del fenómeno "running", cambiaron ayer en la parroquia gijonesa de Castiello de Bernueces los Nike por las madreñas. Una carrera contrarreloj es la forma más original que tienen en Castiello de "echarse al monte".

En su quinta edición, la prueba contó con sólo cinco valientes participantes, que lucharon por coronar los cien metros en el menor tiempo posible y sin caerse de las madreñas. Afirman los organizadores que la marca fue de 10'6 segundos, más propia de un medallista olímpico que de un aficionado de "prau". En todo caso, el Usain Bolt asturiano fue Jorge Suárez, oriundo de Castiello, que ganó a sus contrincantes por nueve décimas de segundo. José Ramón Suárez y Vicente Villanueva, más conocido como "Güelito", acompañaron a Jorge en el podio. La carrera también contó con la participación femenina de Conchi Cancio. El ganador fue galardonado con una paletilla; entre el resto de participantes se repartieron camisetas.

La organización de esta carrera busca mantener viva una tradición asturiana -la de calzar madera, no la de jugarse el tipo corriendo en madreñas- y sacar a relucir una prenda que ha acompañado siempre al trabajador asturiano. "La madreña es un calzado que aisla mucho y que se ha venido usando para todo", comentaba José Ramón Suárez, presidente de la Comisión de las fiestas. Este año ha sido la Comisión la que ha proporcionado todas las madreñas a los participantes, que eso sí, tenían que llevar las zapatillas de casa. "Las madreñas siempre se dejaban en la puerta de las casas. Era una forma de saber la gente que había. Si eran madreñas grandes, sabías que el padre estaba en casa y que no podías entrar..." contaba entre risas Vicente Villanueva. Lo de menos en Castiello era la carrera.