A la vera del mar Cantábrico o desde el corazón de la zona rural, decenas de gijoneses se sumaron ayer a las celebraciones por la festividad del Carmen. Los vecinos de Somió, Caldones y Portuarios fueron los encargados de cumplir con la tradición. Y más siendo domingo. Una jornada donde las actividades lúdicas y la animación en el prau de la fiesta se dan la mano con las celebraciones religiosas.

En Somió tocó madrugar con la "alborada" que recorrió los diez barrios de la parroquia con tractores engalanados y música de gaita y tambor. A mediodía misa, procesión de la Virgen del Carmen, reparto de bollu preñau y xarra de barro y subasta del ramu. Para la tarde quedaban los concurso de deportes autóctonos. También hubo misa y subasta en Caldones. Aunque aquí la tarde se dedicó al tute, el parchís y elegir la mejor sidra casera del concejo. Portuarios optó por un encuentro fraternal entre vecinos con misa y reparto del bollu.