Crear un colegio profesional no es tarea fácil ni sencilla. Por eso los decoradores y diseñadores de interiores de Asturias se reunieron ayer en Gijón para rendir un homenaje a la impulsora de la asociación que agrupa a estos profesionales, Laura Sola Soria, a la que agradecieron "su contribución al prestigio, la defensa y la difusión de la profesión". La homenajeada fue la primera decana del Colegio Oficial de Diseñadores de Interior y Decoradores de Asturias. Una institución de la que además principal valedora.

Sus compañeros nombraron a Laura Sola colegiada de honor y le otorgaron la medalla de oro y brillantes del Colegio en un acto al que acudieron profesionales de toda la región. La homenajeada no podía disimular su emoción tras la comida. "Estoy muy orgullosa por lo que han hecho. El mayor premio que te pueden dar es que te reconozcan tus propios compañeros de profesión. No puede existir mayor elogio", afirmó Laura Sola. Durante el acto la decoradora tuvo tiempo para acodarse del ya lejano año 2003, cuando el colegio profesional de Asturias comenzó a dar los primeros pasos.

"En nuestra profesión la colegiación es obligatoria. Antes había una delegación en Cantabria y los profesionales que ejercían en Asturias se veían obligados a desplazarse hasta allí simplemente para visar un proyecto, por eso creí que era necesario tener algo propio y empecé a preguntar lo que tenía que hacer para crear el colegio", rememoró la homenajeada haciendo hincapié en que la creación de la institución fue un buen primer paso "para empezar a pelear por nuestros intereses".

De hecho Laura Sola criticó ayer el escaso conocimiento que la población asturiana demuestra tener acerca de la figura del decorador o diseñador de interiores. "Cuando hablas con la gente de aquí no te ubican. Piensan que el decorador es el que pone cortinas y poco más pero en realidad somos técnicos competentes para muchos proyectos, concretamente para todos aquellos en los que no se tenga que tocar la estructura del edificio", afirmó la exdecana. Los decoradores afirman que la crisis económica ha dañado mucho su profesión. Una crisis que ahora intentan capear con el inicio de la tan repetida recuperación económica.