Hace ahora 80 años, en julio de 1936, el edificio en el que hoy se encuentra el Centro Municipal de La Calzada se convirtió en el primer objetivo de los bombardeos que sufrió la ciudad de Gijón durante la Guerra Civil. Por aquel entonces el inmueble era la sede del Ateneo Obrero de la ciudad. Y ahora, ocho décadas después, es precisamente esta misma institución, hoy trasladada a la calle Covadonga, la que rinde homenaje en su antigua sede a las primeras víctimas de los bombardeos con una exposición titulada "Gijón bajo las bombas" que permanecerá abierta en el centro municipal de La Calzada hasta el 30 de julio.

El comisario de la muestra -compuesta por 15 paneles con textos e imágenes-, el historiador gijonés Héctor Blanco, fue ayer el encargado de hacer una primera visita guiada a la exposición que sirvió además como pequeño acto de recuerdo a esos primeros gijoneses que murieron como consecuencia de los bombardeos que sufrió la ciudad entre el verano de 1936 y octubre de 1937. "Es la primera vez que en Asturias se hace un homenaje teniendo en cuenta a los civiles como víctimas y como objetivo militar", señaló Blanco durante la presentación de la exposición. Los ataques, que duraron más de quince meses, los perpetró la aviación franquista ayudada por el buque Almirante Cervera y la Legión Cóndor nazi.

En el acto de inauguración de la exposición en el Ateneo de La Calzada participaron ayer la concejala de Xixón Sí Puede en el Pleno Municipal del Ayuntamiento de Gijón Nuria Rodríguez y Ana Castaño, edil del grupo de Izquierda Unida.