Las fiestas de Ceares, que tienen hoy su jornada final con el día del socio y la última verbena, vuelven a registrar llenos nocturnos, convirtiéndose en una de las fiestas de la zona urbana con más gancho popular. Una respuesta vecinal que llena de satisfacción a los organizadores que se esmeran en que tanto las actividades infantiles como las pensadas para adultos -ayer por ejemplo había bailes de swing- resulten actractivas para todos. Con todo, siempre hay que salvar inconvenientes, como el sufrido ayer a la hora de la procesión del ramu por el barrio. "Teníamos los permisos firmados por el Ayuntamiento, pero la Policía no nos dejaba salir", resumía ayer Cristina Álvarez, de la Asociación de Vecinos La Cruz de Ceares. Como ya hicieran el año pasado recuperando una tradición que se había perdido, los vecinos tenían previsto sacar ayer en procesión el ramu que hoy subastarán dentro de las actividades del "Día del sociu". Querían dar publicidad a la subasta pero la Policía les advirtió de que no debían hacerlo.

"Nos dijeron que necesitábamos unos permisos y los teníamos pero no querían garantizar que pudiéramos ir por el barrio"; lamentó Álvarez. A pesar de todo los vecinos cumplieron con la tradición. Y les salió bien; hicieron la procesión por el barrio sin ninguna incidencia. Los asistentes a las fiestas pudieron disfrutar, además, de la corderada en la que participaron más de 100 personas y del baile y la verbena con los que se cerró la jornada.