La pintora Mariam Martínez-Caro reconoce que se enamoró de Cudillero a primera vista. Fue un flechazo que vivió a finales de los años ochenta. Se quedó prendada "del encanto especial" de esta tierra, y en cuanto pudo, comenzó a veranear en la zona. Ha tomado a Cudillero como modelo, plasmando sus paisajes de playa y montaña con sus acuarelas. Ahora, y hasta el día 31 de este mes, Martínez-Caro expone su serie dedicada al concejo pixueto en el centro social de la capital del concejo.

Esta artista es nieta del pintor sevillano Santiago Martínez, discípulo a su vez de Joaquín Sorolla. Autodidacta en sus inicios, practicó después la acuarela con varios maestros. "Su rapidez y transparencia me cautivaron", confiesa. En los últimos años ha logrado un importante número de reconocimientos en certámenes de carácter nacional e internacional

Desde hace unos años, se decanta totalmente por la técnica de la acuarela. "El hecho de que haya un elemento vivo, el agua, al que guías y acompañas, me subyuga. Siempre voy buscando la luz para plasmar la atmósfera y el color, el alma, de los lugares que visito", explica la artista.