En Campomanes sólo se vende lo de casa. La localidad lenense celebró ayer, dentro del programa de las fiestas de Nuestra Señora de las Nieves, el III Mercáu gastrocultural. En el encuentro se dieron cita más de veinte productores, todos de la zona, que mostraron las bondades gastronómicas y culturales del concejo. Había carpa pero, como por arte de magia, en Campomanes hubo ayer menos lluvia que en el resto de la comarca.

Era casi mediodía cuando la fiesta se empezó a animar. Los vendedores acababan de montar los puestos mientras que los feligreses acudían a la misa en honor a la patrona. A la una, con la llegada de la sesión vermú, los expositores empezaron a trabajar sin parar. Cata Villar, en el puesto de la Asociación de Vecinos de El Quempu, atendía a los más golosos. En su puesto ofrecía rosquillas, pan dulce y galletas de arándanos. Todo, por supuesto, de casa: "Ayer nos pasamos toda la noche amasando, estamos cansadas pero muy contentas de la cantidad de público que está recibiendo el mercado", aseguró Villar, que estuvo toda la jornada acompañada por su hermana.

Justo al lado, estaban los vecinos de Tiós. Clara González, Paula Barcia y Blanca López estuvieron al frente del puesto al mediodía. Cocinaron y vendieron con mucha habilidad todos los tortos de escanda con picadillo que tenían previsto dedicar al mercado de Campomanes: "No trajimos dulce porque lo venden en otros puestos, y nos ponemos todos de acuerdo para no pisarnos la clientela", explicaron.

Potenciar la relación entre los pueblos es otro de los objetivos de este mercado, que organiza la Asociación de Vecinos de Campomanes. La presidenta, Dolores Martínez, agradeció la respuesta de todos los expositores: "Hacen que el trabajo de todos valga la pena", señaló. Buen trabajo lleva este fin de semana la entidad, con unas fiestas que ayer se completaron con sabor a los productos de la tierra y a los bollos preñaos que repartieron durante toda la jornada.