Arriondas se queda sin sus proyecciones de verano. La actividad "Cine en la calle" desarrollada desde hace más de dos décadas por el vecino Miguel Ángel Aramburu no se celebrará este año. Dos son los motivos principales que esgrime el organizador de las veladas culturales que cada agosto congregaban a unos 200 espectadores en la plaza García Dory: dificultades familiares y falta de apoyo oficial. "Organizar las jornadas ya supuso mucho estrés el año pasado por dificultades logísticas y porque a la vez tengo que cuidar de mi padre, que tiene 94 años", explicó Aramburu, que se considera un "agitador" cultural. "Mucha gente me para por la calle para interesarse y quiero tranquilizarlos. Esto no es un adiós sino un hasta luego porque es muy necesario tener alternativas culturales válidas en Parres", contó el organizador. Aramburu lamentó la inexistencia de subvenciones para sacar adelante estas iniciativas. " A mí no me importa invertir mi tiempo porque me lo paso pipa con el cine en la calle y la gente lo agradece pero necesito algún ayudante. Además la pantalla son cuatro chapas cochambrosas blancas que uní yo y un proyector no cuesta tanto, hay que dignificar la cultura", dijo.