"De Piedeloro al cielo". Los vecinos de la localidad carreñense, que cerraron ayer sus festejos, lo tienen claro. "Tenemos las mejores fiestas y las mejores costillas de Asturias", aseguró Urbano Fernández, vecino del pueblo de los de "toda la vida", que al mediodía disfrutó de unos culinos de sidra junto a "buenos amigos" en la sesión vermú, actividad que abrió la jornada de clausura de las celebraciones locales. "Vivo seis meses en Miami y otros seis aquí; pero estoy mucho más contento en Asturias. Esto es, sin duda, el auténtico paraíso", afirmó Antonio Tillán, quien cruza el charco dos veces al año para visitar a su hijo, "que trabaja para la MTV y los Grammys Latinos".

"Hay que descansar de la noche, y no hay mejor forma que hacerlo compartiendo el rato con los vecinos, aprovechando la tranquilidad y el buen día", agregó Tillán, que tras haber vivido en Cuba y Madrid se declara un amante confeso de la parroquia carreñense. "Sólo esperamos que el año que viene, por estas fechas, sigamos estando todos y podamos volver a juntarnos para repetirlo", sentenció este trotamundos.

Ya por la tarde, a las 18.30 horas, se realizaron juegos y actividades infantiles en el prao de la fiesta. En el mismo lugar, a las 20.00, el equipo "Monte Areo" de Guimarán realizó una exhibición de deporte rural asturiano, que daría paso a la última verbena, amenizada en esta ocasión por la orquesta "Vivians". Los asistentes esperaban bailar hasta pasada la medianoche con la actuación de un dj.

A medianoche, una gran traca de fuegos artificiales pondría el broche de oro a las fiestas de Piedeloro, que dieron más vida aún si cabe a esta pequeña parroquia de Carreño desde el pasado viernes.