"Vamos a la jira con familia y amigos, va a correr la sidra, el vino y el calimocho", este era el plan para el día de ayer que relataba Minerva García junto a sus amigas Elvira y Anabela Crespo durante el reparto del bollo en la plaza de la fiesta de Tudela Veguín. Tras la entrega, llegaba el plato fuerte de la jornada, la jira. "Estará animada por la banda de gaitas de Oviedo, "Los Gascones", una charanga de Candás y un grupo de baile. Los asistentes parten de la plaza detrás de los grupos que llevan la animación. Vamos hasta un prado situado en un alto, a la entrada del pueblo. Allí se come el bollo, después volvemos al punto de partida y la gente nos tira agua desde los balcones", explicaba Verónica Llaneza, vocal de la asociación de festejos de Tudela Veguín.

Jóvenes y mayores, familia y amigos acuden en masa a esta animada celebración. "Viene gente de todas las edades. Hay muchos familiares que se toman el día con calma, y luego gente joven que va con los amigos. Se crean dos sectores separados en el prado para que nadie moleste a nadie", añadía Llaneza mientras entregaba los bollos a los primeros socios que se acercaban a la carpa.

Después de la jira una verbena amenizada por el grupo "Kosmos" tenía previsto poner el punto final a los festejos que este año se retomaron tras estar ausentes durante un lustro. "El balance es excelente. Todo el pueblo colaboró para recaudar los fondos y sacar la fiesta adelante. Se consiguió crear un programa muy completo y sobre todo el sábado hubo muchísima gente, estuvimos desbordados. Han sido unas fiestas completas y multitudinarias", indican desde la organización, que ha recibido los elogios de buena parte del pueblo. "Esta es la cosa más bonita que hay, y debería haber siempre, año tras año", afirmaba Arturo Valdés, vecino de Tudela Veguín que lleva sus 78 años de vida allí.

Los que estos días han trabajado en la animación de los festejos, también se congratulaban por el buen resultado obtenido. "Después de cinco años sin fiestas, ha estado muy animada. Yo aunque sea de Oviedo estoy casado aquí, y siento mucha vinculación con la localidad", manifestaba Mario DJ, uno de los artistas que ha amenizado estas jornadas a ritmo de "pachangueo, es lo que más gusta", según proclamaba ayer durante el reparto del bollu. Las fiestas, que han tenido de todo, desde ruta ecuestre hasta coches clásicos, se despidieron ayer con el deseo de continuar por muchos años movilizando a la localidad y sus alrededores.