La Colegiata de San Juan Bautista se convirtió ayer en el epicentro de la celebración de una nueva edición, ya la sexta, del Salón Internacional de las Sidras de Gala. El céntrico recinto acogió una cata abierta al público desde el mediodía hasta las nueve de la noche en horario ininterrumpido. Los asistentes pudieron disfrutar de una amplia variedad de sidras europeas, de enorme calidad y distinto sabor. Al pago de 5 euros, los asistentes al evento recibían una copa con la que pudieron degustar destacados caldos de manzana. El Salón cierra su sexta edición con una jornada de sumilleres que se celebra en un llagar de Castiello de Bernueces.