El 28 de mayo de 1994, Víctor Ullate estrenó en la Maestranza de Sevilla un ballet monumental que llevaba por título "El amor brujo", la inmortal obra musical de Manuel de Falla escrita a principios del pasado siglo. El teatro Jovellanos acoge esta tarde una revisión de esa pieza, un "Amor brujo", a juicio de los responsables del montaje, "distinto en sus formas pero eterno en su esencia".

En esta ocasión, el Víctor Ullate Ballet -que no contará con su mentor sobre el escenario- estrena coreografía y vestuario, con enorme protagonismo de la luz -representación visual del fuego fatuo- , presente en toda la trama. La apuesta musical es rompedora por cuanto a los efectos musicales creados en 1994 por Luis Delgado para la versión original se suma en esta gira la inclusión del grupo de "dark ambience" "In Slaughter Natives".

La compañía que sube esta tarde a las tablas del Jovellanos este Amor Brujo cumple este año un cuarto de siglo de trayectoria. Pasa por ser la primera compañía privada española de carácter internacional, y en cuanto que escuela de danza ha sido cantera de bailarines que después han despuntado al máximo nivel. También ha contado en sus representaciones con estrellas invitadas del nivel de Marie Claude Pietragalla, Carole Arbó, Joan Boada o el cantaor flamenco Antonio Márquez.

En esta ocasión el reparto está encabezado por Marlén Fuerte, en el papel de Candela; Ksenia Abbazova, como Lucía, y Dorian Acosta, que encabeza el elenco masculino como José, junto a Josué Ullate, que tiene a su cargo el papel de Marcelo. La pitonisa es Leyre Castresana. Así hasta un total de veinte bailarines y bailarinas, bajo la dirección artística del granadino Eduardo Lao, que en los inicios del ballet de Ullate era el primer bailarín de la compañía. Lao intervino como coreógrafo de la ópera "Sansón y Dalila", representada en el Teatro Real de Madrid e interpretada por Plácido Domingo.

Del vestuario se ocupa María Araujo, considerada una de las figurinistas más importantes de España y premio "Max" de las Artes Escénicas en 1999 por "Amadeus".

La coreografía que se presenta esta tarde en Gijón tiene como momentos más destacados "Canción del amor dolido", "Romance del pescador" o la reconocible "Canción del fuego fatuo". En esta nueva versión de "El amor brujo" se incluyen también tres canciones populares escritas por Manuel de falla: ""Nana", "Polo" y "asturiana", además de una variación de Paco de Lucía para José, el eterno amante, uno de los protagonistas del ballet.

La obra, de marcado carácter andaluz, ahonda en el misticismo gitano. Cuenta la historia de Candela, una mujer gitana cuyo amor por Carmelo se ve atormentado por el espectro de su antiguo amante. Se describe, por tanto, a través de la magia de la danza una historia de amor y pasión, de lágrimas y desconsuelo, de brujería y seducción, sobre la vida y la muerte.