Sesenta niños se quedaron ayer por la mañana con la boca abierta en el colegio de San Lázaro al escuchar más que oír a la actriz y cuentacuentos Ana Laura Barros. La chica les contó siete historias muy distintas que iban desde la simple fantasía hasta la tradición de la lejana Rusia, anunciadas bajo un título sugerente: "Picnic de cuentos". Eso es precisamente lo que hicieron los chavales en la escuela durante una de las actividades organizadas por el Ayuntamiento para celebrar el Día de las Bibliotecas. La otra actividad fue por la tarde en La Granja (en el Campo San Francisco), donde una decena de alumnos del taller de escritura rindió homenaje al filólogo y primer coordinador de las bibliotecas públicas de Asturias, Lorenzo Rodríguez Castellano, con una lectura colectiva.

Los críos que participaron en la actividad de San Lázaro eran alumnos del colegio Sagrada Familia y de Villafría, de entre 6 y 8 años. La actriz encargada del cuentacuentos, de la compañía "Tras la Puerta Títeres", leyó y dramatizó durante cincuenta minutos historias como "Pequeño o grande" o "Sopa de calabaza", con la alimentación como tema principal. "Normalmente sólo hago cuentos narrados utilizando objetos, libros y teatro de títeres, pero en este caso recurrí a un teatro de papel", explicó a este periódico Barros, satisfecha con el resultado de una actividad que "ayuda a que los más pequeños se aficionen a la lectura".

Los alumnos del taller de escritura de La Granja también dramatizaron textos, pero en su caso de escritoras como Emily Dickinson, Rosalía de Castro, o la autora teatral Angélica Liddell. Además contaron con la colaboración de un actor, la supervisión de su profesora, Patricia Núñez, y la presencia de la concejala de Educación, Mercedes González. "Fueron los propios alumnos los que eligieron los libros a partir de la lista que nos envía la Biblioteca Nacional", comentó la monitora, que tiene a veinte personas inscritas en el taller, una clase que se celebra los lunes, a las 18 horas, desde hace siete años. El homenajeado Lorenzo Rodríguez Castellano coordinó las bibliotecas asturiana de 1944 a 1976 y su trabajo fue un modelo a seguir en el resto del país.

El Día de las Bibliotecas se conmemora el 24 de octubre desde 1997. Es una iniciativa de la Asociación Española de Amigos del Libro Infantil y Juvenil, con el apoyo del Ministerio de Cultura, en homenaje a la Biblioteca de Sarajevo, incendiada en 1992 durante la guerra de los Balcanes. La conmemoración nació para destacar la importancia de la biblioteca como lugar de encuentro con la cultura e instrumento de mejora de la formación.