El músico madrileño Quique González sabe cómo ganarse al respetable. Anoche atrapó a más de medio millar de personas que casi llenaron el auditorio del Niemeyer, que es escenario conocido para el creador de "Me mata que me necesites", el disco que fue la excusa para devolverle a Asturias, región que le aplaude con devoción en cada una de sus visitas. Así es fácil explicar que hubiera tuneado la escenografía de su espectáculo con un cartel colgado de una farola de pega en la que se podía leer "Asturiana de Zinc, 1,5 kilómetros". Pero no se quedó ahí. La segunda canción que presentó también sufrió un tuneo dedicado al respetable. En vez de decir "se estrechan en el corazón" prefirió "me esperan en el Molinón". Y así se llevó más aplausos y más cariños.

Que Quique González es tímido lo probó su escueto "Muy buenas noches, amigos. Bienvenidos". Y hala, ya está. ¡Comenzó su recital con "Detectives" y presentó a Nina, su corista, pero también la voz de "Morgan". Los dos juntos son los que cantan "Charo", otro de los éxitos.