La escritora María Esther García López (La Degollada, Valdés, 1948) presenta esta tarde "Yo estaba allí" (Trabe, 2016) en la Casa de Encuentro de Piedras Blancas (19.00 horas), un acto que estará dirigido por el poeta leonés Antonio Merayo. García López es también presidenta de la Asociación de Escritores de Asturias y colaboradora de LA NUEVA ESPAÑA.

-La primera versión de este libro se publicó en asturiano.

-Sí, hace unos meses. Pensé entonces en hacerla bilingüe, pero finalmente decidimos que era mejor dejar para este año el libro en castellano.

-¿Por qué decidió traducirlo?

-Para llegar a más gente, es decir, para que pueda tener más lectores.

-El castellano no había sido su lengua hasta ahora.

-No es del todo cierto. El estudio de las Escuelas de Arnao está escrito en castellano, también los cuentos infantiles. Estos tienen doble versión. Pero sí, generalmente escribo en asturiano.

-Vamos a los cuentos.

-Son 21 relatos de distinto tema que tienen en común mi presencia en ellos. Hay escenarios como una fiesta, un entierro, un velorio... Los cuentos son vivencias, recuerdos... Están narrados con cierta ironía, pero eso no quita que en algunos me centre en asuntos que me preocupan a mí y a mucha gente. Hablo de la muerte.

-¿Autobiografía, pues?

-No, no. Todos los cuentos son ficciones. Sin embargo, los lugares en los que se desarrollan estas creaciones son reales. La realidad vivida u observada es la materia de mis cuentos: los escritores vivimos de mirar a nuestro alrededor y eso se hace mejor con más experiencia.

-Hasta ahora, no se ha lanzado a la novela.

-He pensado en escribirla. De hecho, la tengo empezada, pero no logro avanzar en ella. Parece que estar jubilada es tener tiempo, pero estoy a mil cosas: el periódico, la radio... y los cuentos. Los cuentos son difíciles de escribir: hay que economizar en el relato, decir mucho en pocas palabras. Pero no sé, terminaré la novela porque siempre escribo en situación de estrés.

-¿Y qué viene después de "Yo estaba allí"?

-Ya digo, la novela, pero antes que eso, un cuento infantil que dedico a mi nieto último. Tengo un poemario en castellano...