Amor a la guitarra, pedagogía y ritmo pasearon ayer por la historia de las seis cuerdas, de Bach y Rodrigo a Piazzola y "The Eagles", de la mano del músico holandés afincado en Granada, Albert Nuijten ("Albertus"), quien, junto con Deyanira Pijuán, ofreció un recital comentado en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA.

Albertus nació y se crió en los Países Bajos, pero cuando toca piezas del maestro Torroba parece sacado de las cuevas del Albaicín, donde seguro que ha encontrado inspiración más de una vez. El público abarrotó el Club para escucharle y él lo agradeció varias veces con un "¡Oviedo mola! Un lunes y esta sala llena, es un lujo". Aplausos no le faltaron. Tampoco la ayuda de Deyanira Pijuán, "la que pone orden en mi vida, en los conciertos y en la agenda", indicó. Pijuán, nacida en La Habana, con una voz de esas que sólo se dan en Cuba, preside el Instituto para la Promoción de la Guitarra, desde el que fomenta actividades relacionadas con el instrumento que tiene en Granada su cuna dorada. En la ciudad de la Alhambra viven algunos de los mejores luthiers del mundo, y Albertus llegó allí con 19 años buscando la guitarra ideal. "Me gustan las guitarras antiguas porque la energía crece con los años, a través de las manos del músico y del luthier", desgranó ayer entre canción y canción.

Una de las interpretaciones más aclamadas fue la que fusionó parte del "Concierto de Aranjuez" del maestro Rodrigo, con el "Hotel California" de "The Eagles". "Estoy seguro de que antes de componer esta canción escucharon la música de Joaquín Rodrigo, pero es sólo una opinión", añadió. Averiguar qué es lo que pasa por la cabeza de un músico cuando toca fue otro de los acertijos que Albertus planteó a un público entregado. "A mí lo que me gusta es el contacto con la gente", aseguró. La gente se lo agradeció valorando su trabajo. La presentación corrió a cargo del físico asturiano Ramón Torrecillas, gran amigo de Albertus y Deyanira que se definió como "pianista frustrado".