La exposición "Los niños de la guerra cuentan su vida, cuentan tu historia" repasa, a través de 35 paneles, la experiencia de los menores que se vieron obligados a emigrar a la Unión Soviética para huir de la Guerra Civil española. "Esta exposición, en 2017, se hace ochenta años después de que los niños y niñas salieran de El Musel; ellos nos están dando una lección. Quién iba a decir la forma en que los países llamados democráticos estamos tratando ahora a los refugiados", señaló el coordinador de IU Corvera, Daniel Busto, en la inauguración de la muestraç en el centro social de Las Vegas, en la que estuvo acompañado por el coordinador coordinador general de IU Asturias, Ramón Argüelles, y por la concejala del partido en Corvera, Sara Paz Suárez, además de otros dirigentes de la coalición.

Argüelles también defendió la actualidad de un episodio que ocurrió ya hace ocho décadas: "Es un ejemplo de solidaridad en estos momentos que somos más insolidarios que nunca. A veces oímos a los dirigentes pronunciarse con relación a los refugiados y parece que somos más salvajes que cuando pasaban estas mismas cosas hace ochenta o cien años".

"Lo que más me llama la atención es la acogida que les dio el país de llegada. Hay diferencias entre el tratamiento que recibieron en la Unión Soviética y en otros países. Por ejemplo, en la URSS los educaron en bilingüe, para que no perdieran sus raíces", explica Busto. La muestra va repasando momentos de la niñez de estos asturianos, que fueron recibidos en la Unión Soviética. "Yo si no marcho para allá, tenía que trabajar en la mina. Estudiar, no iba a estudiar. Mi hermano empezó a trabajar a los doce años", explica la cita de uno de los paneles, atribuida a Devillard. En ese sentido, la exposición recoge también un documento en el que se desgranan los datos sobre los "niños evacuados a la URSS", en total 2.884, de los cuales 767 recibieron estudios superiores; 417, cursaron estudios de perito y 1.114 fueron obreros cualificados, según el propio documento.

En otro de los paneles, José Fernández Sánchez expone otro recuerdo: "Echábamos de menos las lentejas, las judías y los garbanzos: en la escala de valores de su cocina las legumbres se sitúan en los lugares más bajos (...) El tío Vasia, el cocinero, fue incorporando al menú algunos de nuestros platos, como la fabada, aunque trivializada por un refrito de cebolla llamado a suplantar la morcilla y el chorizo".

La exposición, que se puede visitar de lunes a viernes de 10.00 a 13.00 y de 17.00 a 20.00 horas, la organizan Izquierda Unida, el Partido Comunista, en colaboración con el Archiu Nacional de Cataluña, la fundación Nostalgia y la asociación AGE. "La memoria y la historia es patrimonio de todos, por eso, es una buena oportunidad para que desde el gobierno local reconsideren su decisión de no apoyar la moción de Izquierda Unida para poner el nombre 'Los niños y niñas de la guerra' en un espacio público del concejo", señaló Busto.

El 23 de febrero, un día antes de que se cierre la exposición, los organizadores tienen previsto organizar a las 18.30 horas un acto en homenaje a José Antonio Vázquez "el ruso", un popular corverano que emigró como niño de la guerra en la década de los treinta y falleció hace un año. Seguidamente se ofrecerá una charla sobre el tema de la exposición. Será el colofón a este homenaje a unos pequeños que tuvieron que abandonar sus casas en medio de un cruento conflicto bélico.