Al doctor, deportista, neumólogo y melómano Jaime Martínez lo convirtió en orteguiano Don Pedro Caravia en las aulas del instituto Alfonso II. Desde entonces ha tenido claro el "yo soy yo y mis circunstancias" y en un día como el de ayer, en pie en el escenario del teatro Campoamor de Oviedo para recoger el premio "Paul Harris", hizo extensivo el galardón a su círculo más cercano. "Tuve suerte con las circunstancias, siempre he tenido la sensación de estar rodeado de personas mejores que yo, en la SEPAR, en el Oviedo Rugby, en la ópera y, fundamentalmente, en mi familia". Y de ahí Jaime Martínez pasó a compartir el "Paul Harris" con "todos los que me ayudaron, los que me sufrieron a veces"; en especial, su mujer, Susy Schmickrath. "Una buena tipa, 46 años juntos, se merece tanto como yo este premio".

La dedicatoria de Jaime Martínez provocó la ovación en un teatro Campoamor poblado de amigos y miembros del Rotary club. Antes, el decano de la facultad de Medicina, Alfonso López, había glosado la figura de su amigo. Años de amistad y afecto unen a estos dos profesionales, y en su glosa hubo también un capítulo aparte para la mujer de Jaime Martínez. López habló de la "excelente persona", "esas que no abundan", de la "persona de principios", del hombre "abnegado y dispuesto a la ayuda" y dedicó tiempo y detalle en relatar la trayectoria profesional de este ovetense formado en Madrid, con estancias en Nueva York, y una trayectoria en el ámbito de la neumología y la lucha contra el cáncer de pulmón y el tabaquismo tan destacada.

El premiado, algo "abrumado y nervioso", no sólo devolvió el galardón a los suyos. También, de alguna forma, entregó a los rotarios una parte del premio al dedicar buena parte de su discurso en hacer una glosa del propio Paul Harris y del espíritu de "tolerancia al servicio de la comunidad" que ha guiado desde principios del pasado siglo a los rotarios.

El gobernador de distrito del Rotary, Antonio Quesada, lo dijo en el discurso final. "Hay rotarios que no saben que lo son". Antes, el presidente de Oviedo, Eduardo Quesada, había agradecido a los colaboradores del acto y había destacado el carácter benéfico de la gala. El destino de los beneficios lo recaudado ayer, servirá para ayudar a los proyectos del Banco de Alimentos.

La nota musical, como no podía ser de otra forma tratándose de Jaime Martínez, la pusieron la soprano Ana Nebot y el pianista Mario Bernardo.