"Acabaremos poco a poco con las emisiones de CO2 gracias a nuevos materiales como las celdas solares de perovskitas y a las tecnologías que copian la conductividad del calor de las alas de las mariposas, entre otras cosas". Miguel Ángel Alario y Franco, doctor en Ciencias Químicas, colaborador del CSIC, catedrático y exdecano de la Facultad de Químicas de la Universidad Complutense, lanzó ayer un mensaje optimista en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA durante la conferencia titulada "Cuando las perovskitas salieron a tomar el sol".

El profesor, miembro de la Real Academia de Ciencias, fundador y primer presidente del grupo de Química del Estado Sólido de la Real Sociedad Española de Química y premiado por prestigiosas universidades, entre ellas Oxford, impartió ayer la segunda charla del ciclo "Promoción de la Cultura Científica y Tecnológica", de la Facultad de Química de la Universidad de Oviedo y la Real Academia de Ciencias.

Alario, que fue presentado por Susana Fernández, decana de la Facultad de Química, explicó que entre los múltiples materiales ensayados en los últimos años para lograr mayor eficiencia en la producción de energía solar, aparecen en el primer puesto las células solares de perovskita, que "cuentan con características muy prometedoras para resolver en gran medida los problemas de altos costes de otros materiales como el silicio".

El mineral, descubierto en los montes Urales hace cien años y bautizado como perovskita en honor del mineralogista ruso Lev Perovski, presenta una estructura simple y versátil que ha dado lugar a la familia de materiales sólidos más importante, conocida como "materia condensada". Trabajos recientes demuestran que muchas de esas perovskitas abren grandes expectativas al problema de sustituir las energías fósiles por combustibles renovables. "Un empeño en el que también se encuentra Bill Gates, el hombre más rico y admirado del mundo", recalcó Alario. A los importantes descubrimientos realizados en Oxford y en Suiza se unen los de un grupo de investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia), que se han basado en la perovskita para desarrollar un material que permite reducir un 80 por ciento el coste de fabricación de los paneles solares. Alario explicó que el comportamiento de las mariposas es otra clave para diseñar nuevas técnicas destinadas a lograr energía solar más barata y eficiente.

Así lo ha demostrado un equipo de la Universidad de Exeter, que busca nuevas técnicas para generar energía fotovoltaica. "Al imitar la postura en V adoptada por la mariposa 'col blanca' para calentar sus músculos antes del despegue, la cantidad de energía producida por los paneles solares puede aumentar casi un 50 por ciento". Entre los que no quisieron perderse la conferencia se encontraba ayer Santiago García Granda, rector de la Universidad de Oviedo, químico y especialista en cristalografía de rayos X.