Los paisajes de naturaleza se han adueñado de la sala de exposiciones de la Casa de Cultura de Pola de Siero. Es una retrospectiva de los últimos 25 años de Blanco Puente, en la que el artista demuestra su soltura y su solvencia a la hora de plasmar en el lienzo la belleza del entorno de manera figurativa. En esta colección también se observa una evolución plástica del pintor, que ha empezado a experimentar con pinceladas abstractas de acuarela, que poco tienen que ver con el realismo preponderante en su obra. El resultado es interesante.

Este artista de Anes (Siero) reside desde hace 40 años en Noreña y forma parte del "Grupo Niebla". "Para mí, el paisaje de campo es como una religión", explica Blanco Puente, que expone "Antológica" en Pola de Siero hasta el día 31, en horario de 17 a 21 horas, entre semana, y de 11 a 13,30 horas, los sábados.

Se confiesa "un enamorado del paisaje asturiano, sobre todo, el rural", en el que mejor capta la naturaleza en estado puro. Huye de pintar animales o personas porque su pasión son los elementos naturales. Sólo en una de las obras que expone aparece una figura. Es un autorretrato que refleja uno de esos momentos de evasión y creatividad plasmando con óleos y acrílicos la belleza que le regala el entorno, la mayoría de las veces, asturiano, aunque también ha captado momentos y lugares de León y del delta del Ebro, en Tarragona.

Blanco Puente se decanta por la montaña. Para él un paisaje nevado invita al silencio; La Barganiza le evoca quietud; Florida de Anes, sosiego; el puerto de Ventana con nieve, misterio... Uno de sus óleos preferidos es en el que capta el Monsacro (Morcín) desde el sur, "el monte sagrado de los asturianos", lo describe. El amanecer desde su ventana, que daba al campo de fútbol del Condal, es otra de las obras reseñables de esta muestra, en la que también hace guiños a la mar en el puerto de Tazones y la playa de Bonhome de El Puntal, en Villaviciosa, donde suele pintar con el "Grupo Niebla". Unas vías de tren, la estación de ferrocarril de Pinzales y una máquina minera de vapor hacen un guiño a la industria y el carbón de Asturias.