Los alumnos del colegio Francisco Fernández González de Cancienes se han convertido ya en "padres adoptivos" de varios polluelos de pita pinta asturiana, una raza que se está tratando de recuperar. Los niños han seguido la gestación de los pollitos en la incubadora durante unos 20 días y ahora las crías están saliendo del cascarón. Ayer mismo, el colegio al completo, junto al alcalde de Corvera, Iván Fernández, presenciaron el nacimiento del sexto polluelo. El colegio de Los Campos también realizó esta semana una actividad de concienciación, el taller de sensibilización que organiza la Asociación de Discapacitados Físicos de Avilés y Comarca (Difac).

A los niños de Cancienes solo les ha dado tiempo a poner nombre a los dos primeros polluelos en nacer, "Pikachu" y "Messi", pero pronto se lo pondrán a los otros cuatro, e incluso a más, ya que esperan todavía el nacimiento de alguna cría rezagada. "Aún estamos a tiempo", señaló la directora del centro, Mavi Moreno. Los pequeños han seguido el crecimiento dentro del huevo durante la gestación, mirando con un ovoscopio, pero nada se pudo comparar al momento que vivieron ayer, cuando Emilio Martínez, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Pita Pinta Asturiana, ayudó a nacer a uno de los pollitos.

"Fue muy emocionante, no solo para los niños, también para los profesores que estábamos allí. Ha sido entrañable y difícil de olvidar", afirma la directora. La actividad está promovida por el centro, la asociación que dirige Martínez y la Asociación de Juegos Tradicionales de Cancienes, con la colaboración de la Fundación Caja Rural. Los niños acompañarán unos días más a los polluelos para ver cómo crecen y, después, se sortearán entre los alumnos para conocer cual será su hogar adoptivo.

Por su parte, los alumnos de quinto y sexto de Primaria de Los Campos realizaron el miércoles una actividad para conocer las barreras a las que se enfrentan las personas con discapacidad. Los niños asistieron a la recreación de diferentes situaciones en las que las barreras están patentes para aprender a detectarlas, ayudar a los afectados e incluso evitarlas.