"Intento cambiar el concepto de igualdad por el de equivalencia. No creo que todos seamos iguales, al contrario, todos somos diferentes, y eso es lo que nos iguala. Por eso, hablo de equivalencia, todos tenemos el mismo valor". El rapero madrileño El Chojin habló y habló ayer en la Casa de la Cultura, ante un auditorio expectante que siguió sus razones para ser ejemplo de compromiso. Por la tolerancia y el destierro del machismo. Su actuación se enmarca en las actividades del 8 de marzo, y el auditorio se llenó de gente joven, mujeres, familias con niños...

La concejala de Igualdad, Raquel Ruiz, hizo la presentación, y los aplausos retumbaron para recibir al rapero. "Me gusta que me aplaudan antes de hacer nada. Es muy agradable", bromeó. Sentado en el taburete, y antes de empezar a rapear, explicó el por qué de su presencia en Avilés. "Hay raperos que hablan del barrio, de drogas, de Bola de Dragón... Cada uno de lo que tiene en la cabeza. Yo estoy aquí por lo que transmito en mis letras. Las injusticias", añadió.

El Chojin hizo ver cómo la reacción, muchas veces, es rechazar aquello que se sale de la forma de pensar de cada uno. "Creo que tienen que ver con la necesidad que tenemos de agarrarnos a los dogmas. Yo crecí en los 80, me enseñaron que había cosas para niños, como el fútbol y las espadas, y otras para niñas, como los cochecitos y las muñecas", afirmó. De ahí que sea interesante, afirmó, "plantearse todo desde cero".

En su opinión, el comportamiento machista muchas veces tiene que ver más con la pereza que con la maldad. "Es por no querer plantearse hacer las cosas de otra manera. Muchas veces se piensa en machismo cuando un hombre mata a una mujer. Eso es un asesinato. Machismo es todo lo que va antes que eso", afirmó.

Su concepción sobre el machismo la cambió una compañera de clase que se indignó cuando él pretendió aguantarle la puerta para que pasara. Hablando con ella se dio cuenta de lo difícil que era para un hombre entender el problema del machismo, "igual que para un blanco entender el racismo". Y remató: "El machismo no es un problema de hombres y mujeres, sino de convivencia. Y seríamos capaces de hacer las cosas bien si estuviéramos más relajados".