"Hemos de ir cubriendo el vacío de la Historia con las mujeres de la generación del 27". Es la opinión de la escritora y poeta Vanessa Gutiérrez, que expresó durante el coloquio organizado por la Asociación Cultural "Camín de Mieres". Llevaba por título "Mujeres en la Generación del 27" y tuvo lugar en la Casa de Cultura de Mieres, con la colaboración del Ayuntamiento y el Club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas.

Borja Menéndez, miembro de la asociación organizadora, abrió el acto. En su intervención, expresó la "injusticia" cometida con las mujeres que, como Maruja Mallo, Margarita Manso, Concha Méndez, Rosa Chacel, María Zambrano, Josefina de la Torre o María Teresa León, descollaron en diversos ámbitos artísticos. "Por su condición femenina, no alcanzaron el reconocimiento de sus compañeros masculinos de generación", afirmó. Recomendó el acercamiento al proyecto transmedia "Las Sinsombrero", que tiene como objetivo "devolver al primer plano las figuras de estas mujeres".

El escritor David Fernández Moro llevó a cabo una aproximación histórica a la realidad a la que tuvieron que enfrentarse las mujeres de la generación del 27, un fin del siglo XIX profundamente machista. "La mujer queda relegada al hogar, excluida de los procesos democráticos y víctima de la doble moral masculina". "Los hombres de la Generación del 27, que decían rebelarse contra los valores burgueses de la época, también despreciaban a las mujeres, a las que condenaron a vivir a su sombra" dijo el escritor.

La profesora de filosofía Adela Ania glosó la figura de María Zambrano, "que desarrolló un pensamiento propio y ecléctico, buscando el sentido de la vida por medio de la razón poética, pues sólo la poesía es capaz de ordenar el caos". Ania declaró que "su pertenencia al 'sexo débil' condicionó la vida y obra de toda una generación de valiosas mujeres. Ahora el siglo XXI nos permite recuperar su auténtico papel".

Por su parte, la artista y profesora Gema Ramos centró su exposición en la figura de la multifacética, excéntrica y camaleónica Maruja Mallo, gallega formada en Asturias que se codeó con personalidades como Dalí, Buñuel, Hernández, Neruda y Lorca y que "por ser mujer no formó parte del relato posterior. Incluso Alberti, con quien tuvo una relación tempestuosa, trató de borrar cualquier rastro de influencia de Maruja".

Por último, la escritora Vanesa Gutiérrez lamentó que "en los murales que hoy hacen los niños en las escuelas sobre la Generación del 27 sólo aparecen hombres". Para la escritora, las Sinsombrero fueron "mujeres transgresoras, innovadoras cuya evolución quedó truncada por la Guerra Civil, que condenó a unas al exilio y a otras a algo aún peor, el exilio interior y a las que el reconocimiento llegó, en el mejor de los casos, al final de sus vidas".