"El cabreo es la clave del desarrollo de la humanidad. Los grandes avances han sido producto de monumentales cabreos". Jaime Izquierdo, autor de "La gestión creativa del cabreo", lo afirmó ayer, causalmente Día Internacional de la Felicidad, durante la presentación de su nuevo libro, en un abarrotado Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA.

Y es que Izquierdo, experto en desarrollo rural, está convencido de que bien gestionado algo tan español como el cabreo fomenta la creatividad. En el libro, el autor enumera diversos tipos de enfados, entre los que no faltan los que se producen con uno mismo, por perder el autobús o derramar el café; los de capricho (quiero un Maserati que no me puedo comprar y no me sirve un Seat), y los de causa, a los que el autor sitúa en la cúspide de la pirámide. "Fue uno de esos cabreos, generado por la tensión entre el sistema y el entorno, el que condujo al 15-M; luego, esos sí pueden dar lugar a transformaciones". Jaime Izquierdo invitó a aprovechar de forma fructífera la energía que se desprende de toda esa ira acumulada: "El cabreo en bruto no sirve de nada. Es necesario canalizarlo".

En ese punto, vienen al caso algunas de las palabras pronunciadas por Eduardo Lagar, periodista y redactor jefe de LA NUEVA ESPAÑA, quien animó a "aprovechar que tenemos tan cargadas las pilas para hacer algo que arregle el sistema". "Este libro explica cómo se pueden conectar al tendido eléctrico democrático tantos kilovatios de mala leche para iluminar mejor nuestras vidas". Ante preguntas del público, criticando la actitud de la prensa, Eduardo Lagar defendió el papel activo de la prensa en la propagación y organización de todo ese descontento. "Los periódicos son el aceite que engrasa el motor de la democracia, lo que llevó a la gente al 15-M se difundió en los periódicos".

El guionista y director de cine Tom Fernández vaticinó que la próxima gran revolución que se está gestando en el mundo "es la de las mujeres cabreadas. Es algo que se nota en el ambiente. Además lo harán con mucha elegancia, sin que los hombres apenas nos demos cuenta". Fernández reconoció que después de leer el libro de Jaime Izquierdo empezó a reflexionar sobre el cabreo y llegó a la conclusión de que el tipo más enrabietado del mundo es Batman. "Quiere lo mejor para su ciudad. Es creativo y con su enfado crea puestos de trabajo". En España el campeón de los cabreados es, a juicio de Fernández, el político Pablo Iglesias, "y no porque quiera cambiar el mundo, sino porque no es presidente del Gobierno".