"¿A qué te dedicas?". Así, con una pregunta a bocajarro desde el público, comenzó ayer la intervención del compositor Fernando Velázquez en la I Semana Cultural Julián Orbón. Ante el numeroso público reunido en la Casa de Cultura, Velázquez respondió: "Es una pregunta buenísima. Quizá tenéis la idea de que, como compositor, estoy al piano todo el día. En realidad estoy delante de un ordenador. Y me dedico a contar historias". Y eso, contar historias, le emociona. "Me hace muy feliz". Un sentimiento que comparte con profesionales que cuentan historias de otra forma, como es el caso del avilesino Marc Vigil, director, "de lo mejor que hay en España haciendo cine".

La trayectoria profesional de Velázquez está a prueba de suspicaces. Suya es la banda sonora de las dos películas más taquilleras de la historia del cine español: "Ocho apellidos vascos" y "Lo imposible". Lo último en la gran pantalla con música de este compositor es "Un monstruo viene a verme", y de todas estas obras dio claves a los asistentes a la conferencia, apoyado por un piano y por su móvil.

"Lo bonito de lo que yo hago es que cada proyecto es un misterio, radicalmente diferente. Para mí, hay muchísimas fuentes de inspiración. Me gusta mucho entender las historias y lo que hay detrás", indicó. Y nada como la música para dar detalles a esas historias. "La música habla directamente al corazón y se puede utilizar para contar muchísimas cosas más de lo que cuenta la propia historia", añadió. O, dicho de otra forma: "La música en el cine no te debería de explicar que hay alguien que corre, eso ya lo ves, sino por qué corre. Es un juego de sugestión muy divertido e interesante". Por eso, en "Un monstruo viene a verme" cambió su idea inicial para aportar detalles a la carrera desesperada del protagonista, justo antes del desenlace.

Aprovechando la presencia de un buen número de músicos en el auditorio, Fernando Velázquez habló de las diferencias entre la música en vivo y la grabada. "La música en directo es cada vez diferente. Yo era chelista y un día me di cuenta de una cosa maravillosa que tenéis que saber los músicos: que la música va a ser lo que os dé la gana. La pieza que tocáis es para que la hagáis vuestra, y cada vez que la tocáis será diferente", remató.