José María Suárez Braña, conocido por haber sido directivo y presidente de la Federación de Peñas del Sporting, mantiene viva su faceta de escritor autodidacta y amanuense, Presenta esta tarde su quinto libro, "Provocaciones", que presentará a las 20.00 horas en el Antiguo Instituto. Antes ya publicó "Las depresiones de Dios", "La falsa moral", "Yo solo" y "Pensamientos y aforismos".

- ¿A quién provoca en su s "Provocaciones"?

-Son escritos pequeños en los que provoco la conciencia de los demás para que participen. Dejo algunas páginas en blanco, que pone "Tus provocaciones", para que la gente que quiere escriba. Son unas 170 provocaciones en las que toco todos los temas: la vida en sí, el amor o el pensamiento entre una persona cuerda y otra loca.

- ¿Por qué un diálogo entre un loco y un cuerdo en su último poemario?

-Porque muchas veces decimos que una persona está loca y resulta que es más cuerda que muchos que se creen cuerdos.

- ¿Vuelve a sacar sus reflexiones más profundas?

-Creo que sí, porque es un libro que se escribió a las dos y tres de la madrugada despertando y pensando algunas cosas.

- ¿Qué le provoca y qué le harta?

-Me provocan las personas que no son agradecidas, que no deberían ir con la cabeza alta y sí un poco avergonzadas. Y una gran cantidad de políticos, porque este país no se merece a las personas que nos representan. Eligieron como profesión ser políticos, pero en otros oficios serían absolutamente mediocres.

- Ya le habló en su primer libro en prosa a Dios. Parecía un tratado lego de Teología...

-Lo novedoso de ese libro era que me atrevía a humanizar a Dios, cuando poca gente lo ha hecho, por no decir nadie. A la Virgen ya es algo que se ha hecho, lo de humanizarla, como a Jesús, los Apóstoles, el Papa o María Magdalena. Ese libro la gente pensaba que era un libro religioso, pero lo que hice fue utilizar a Dios para denunciar cosas que no me gusta. Y por ahí irá mi siguiente libro, que se llamará "Sin pies ni cabeza", y que no tendrá un hilo conductor, pero alguno saldrá mal parado. Hablaré de políticos, cosas del fútbol que he vivido y personas que no me caen muy bien.

- ¿Qué necesita Gijón para ser mejor?

-Soy muy gijonés y creo que el 80% del paraíso natural de Asturias está en Gijón. Pero sí que me gustaría que la ciudad estuviese un poco más limpia, y no supondría un gran esfuerzo.

- Hablemos de su Sporting. ¿Habrá otro vez milagro de la salvación este año?

-Lo tiene muy mal, porque se lo ha ganado a pulso. Los milagros se producen muy pocas veces, y Jesús, desde arriba, ya aprobó muchos para el Sporting, y ya debe de estar un poco cansado. El Sporting solo fue importante con la gente de aquí. Primero con Pocholo, Montes, Biempica o Alonso. Después con Uría, Jiménez, Uría, Redondo, Cundi. Y la tercera época, cuando fui directivo, con Abelardo, Luis Enrique, Manjarín, Bango, Pablo, Rogelín o Arturín, y jugamos la Copa de la UEFA. Después de eso nos robaron el club, con la mayor barbaridad que se hizo en este país, que fueron las Sociedades Anónimas Deportivas. Y a partir de ahí se acabó con la identidad del club.

- ¿Cree, como se ha dicho desde la planta noble, que en uno o dos años habrá un cambio de propiedad en el club?

-Sinceramente sí que creo que lo van a vender. Y ahora nos acordaremos de Calvo, que no lo dejaron ser presidente porque era de Madrid a principios de los noventa, porque la propiedad tenía que ser de alguien de Gijón. Ahora tenemos que mentalizarnos que podremos tener un presidente esquimal o sudafricano. Y me da mucho miedo lo que pueda venir, me afectará y no me sentiré tan sportinguista.

- ¿Ha dejado de ver algunos partidos para no sufrir?

-Los veo todos, pero con otra mentalidad. De directivo, cada partido, perdiéramos o ganásemos, llegaba molido a casa.

- ¿Dejar la presidencia de la Federación de Peñas supuso un alivio para usted?

-Sí, y no entiendo la verdad qué hacía yo ahí. Para mí fue dar un paso atrás entrar en la Federación, porque venía de ser directivo, y de comer en mesas con Casaus, Mendoza o Jesús Gil.

- ¿Entiende que sigan existiendo dos agrupaciones de peñistas una vez que ya ha dado un paso a un lado?

-No. Y no entiendo cómo el club lo permitió en su momento, o lo sigue permitiendo ahora. Es el único club en el que pasa, porque en Vallecas y Córdoba lo intentaron, y "Aficiones Unidas", que fue uno de los logros con su creación por los que más orgulloso estoy, lo impidió. El club tiene que tomar cartas en el asunto y hacer que ambas se pongan de acuerdo y que exista solo una representación de peñistas, al igual que sucede con los veteranos por ejemplo.

- ¿Cómo ve la Federación de Peñas con Jorge Guerrero al frente?

-Estoy apartado, al margen del todo. Dejé claro que mi etapa había acabado y me iba a apartar, y así ha sido.

- ¿Lo del fútbol moderno, el poco tacto con la afición, los partidos en lunes... ¿ya están bien como broma pesada?

-No pintan nada los aficionados en el fútbol actual, no se nos respeta. No se entiende que partidos entre equipos de ciudades separados por tres horas se pongan en lunes, porque impide el desplazamiento y el beneficio del comercio de las ciudades. Los aficionados solo cuentan en junio para pagar el recibo y cuando las cosas van mal para pedir nuestro apoyo.