"Baile señor cura, baile/ que Dios todo lo perdona". Este verso de la canción popular "El Mandil de Carolina" seguramente no se escuchará estos días en La Isla (Colunga), pero bien podría acompañar la lección de convivencia entre las fiestas religiosa y secular que se vivirá en la localidad hasta el domingo. El respeto a unas y otras llega hasta la cocina, pues las primeras jornadas gastronómicas que organiza la comisión de festejos esta Semana Santa han tenido en cuenta a quienes quieran respetar la Vigilia (y no comer carne durante estos días) y han preparado tapas alternativas para ellos.

"Habrá garbanzos con espinacas o con callos; arroz con verduras o con costillas y pollo y una fabada marinada o patatas con costillas", enumera Pía Linares, una de las colaboradoras, mientras amigos y vecinos se afanan en preparar la carpa en el prau, al lado de la iglesia. Fue la propia Linares quien, cuando surgió la iniciativa, gestionó el permiso del párroco César Borbolla. "Tenemos su parabién", explica antes de destacar que se respetarán las horas de los oficios religiosos. Agradece la colaboración del sacerdote: "Siempre nos apoya y piensa en todo el mundo".

Los aperitivos correrán a cargo de la comisión de fiestas gracias a la mano en la cocina del colaborador Chema Crespo y la ayuda que le brindarán otros vecinos, que los repartirán de forma gratuita desde el mediodía de mañana hasta el domingo. Servirán para abrir el apetito, pues por la tarde habrá puestos de comida también con alternativas para todos: el sábado un cocinero de Lugo despachará raciones de pulpo á feira y también de jamón cocido, mientras que el domingo los comensales podrán elegir entre tortos variados, brochetas de pollo al sarmiento, patés y surtido de conservas. El viernes por la noche habrá verbena amenizada por la orquesta "Waykas" y el sábado dos actuaciones: "Música de sofá" y "Pequeño club imposible". Cristina Rivas también colabora con la comisión de festejos y expone que las jornadas nacen con un doble objetivo: dinamizar la zona y conseguir fondos para la comisión local de festejos, muy perjudicada por la práctica del "botellón".

Pese a las nobles intenciones de estos vecinos en La Isla se han visto algunas caras largas, pues hay quien considera que es tiempo de guardar. Son minoría, ya que el ambiente en el pueblo es de alegría y agradecimiento al esfuerzo de la comisión. "Me parece muy bien lo que hacen, están moviéndose mucho y necesitamos estas cosas para atraer gente", opinó Paloma Sánchez, vecina de La Isla, antes de augurar un gran éxito a las jornadas gastronómicas. "A la gente le gustan mucho las cosas al aire libre y si hace buen tiempo más", añadió.

A Juan Gala, más conocido como "El Cericu", vecino de la cercana localidad de Gobiendes, también le gustan las jornadas. "Es para ayuda de la otra fiesta y lo veo muy bien", apuntó en conversación con Javier Valle, de Caravia, quien remarcó la normalidad en la que se mueve esta coincidencia: "Todas las fiestas de Asturias, salvo Las Piraguas, tienen misa y procesión por la mañana y por la noche verbena". En este caso a los actos religiosos, la gastronomía y la música se une la exposición organizada por la asociación "Los Coríos" y titulada "Longboard handmade" en el centro social "La Escuelina", en la que Fernando Fonseca del Santo expondrá sus creaciones artesanales.